Una denuncia presentada por un ex policía en su momento sancionado ingreso a la Justicia Penal de Pergamino.
Se trata de una causa que conmovió a nuestra ciudad. En este sentido, dos policías fueron acusados de abuso sexual agravado e incumplimiento de los deberes de funcionario público. En setiembre de 2004, los dos policías, el Comisario Inspector, Oscar Borruel y el oficial principal Carlos Perrota fueron detenidos y encarcelados por orden del Juez de Garantías Emil Jalil y tres años después llevados a Juicio Oral y Público donde el Tribunal actuante los sobreseyó .
Las acusaciones habrían llegado a la Fiscalía de Pergamino por intermedio de un papel anónimo escrito a máquina y luego confirmado por testigos que declararon en el expediente judicial.
Los hechos indicaban que una noche una detenida -en la actualidad está cumpliendo detención domiciliaria- habría sido observada por lo menos por dos agentes bonaerenses cuando habría subido al dormitorio donde descansaba el encargado de la Comisaría y que esta ubicada en el primer piso del viejo edificio de 51 y 18.
En los altos de la edificación se encuentra un dormitorio cuya ventana da a la calle 51. Según lo confirmado con posterioridad por los fiscales actuantes cuando se allanó la Comisaría. al aposento se accede por la oficina del Comisario, a través de una pequeña escalera que desemboca en un pasillo, y donde a una distancia de unos tres metros se encontraría la puerta de madera del dormitorio.
La detenida que supuestamente habría tenido relaciones sexuales habría descrito la ubicación de cada dependencia y la forma de acceder, además del mobiliario.
Los policías de guardia además habrían visto a una mujer ingresar a la oficina y luego trasladarse al dormitorio.
Por otra lado, la denuncia -además mencionaba- a policías que se llevaban autopar- tes de vehículos secuestrados y que se dejaban depositados en la parte trasera del edificio.
En el 2004, el Ministerio de Seguridad a cargo de León Arslanian declaró prescindible al Comisario Inspector Bourrel, que siguió su vida en la localidad de Salto y regreso algunas veces a Colón por trabajo particular. En tanto el oficial Perrotta siguió luchando para que se determine cual había sido la verdad.
La denuncia
Colón Doce confirmó a través de una alta fuente judicial que la denuncia ingresó a la Fiscalía Nº 3 a cargo de la Dra. Mariani y que lleva el Número 778/09, estando caratulada "Carlos Perrota denuncia".
Según el policía el inicio de la causa judicial se debió a una venganza por la disciplina que había impuesto en la policía de Colón y donde habría castigado a varios policías.
En aquellos días el clima no habría sido el mejor.
Los cuadros de la policía bonaerense en la ciudad, habrían sufrido arrestos y traslados por algunas indisci- plinas como podría ser llegadas tardes o inicio de actuaciones administrativas por otras faltas.
El policía denunciante hace hincapié en dos agentes uniformados -un hombre y una mujer-a la que solamente identificaremos como "T" y "C" que habrían sido los motores para que se llevara adelante la denuncia policial que terminó con la carrera de los dos oficiales. Una fuente cercana señaló a Colón Doce que "detrás de esa causa judicial se movían oscuros intereses" y que existen varios testigos dispuestos a señalar lo que pasó.
Por otro lado, la detenida con la que el policía habría mantenido relaciones sexuales a cambio de algunos favores habría sido "adiestrada" en su declaración con respecto a la ubicación de la oficina, mobiliario, dormitorio etc. La mujer lo habría hecho -según la misma fuente- a cambio de dinero. En setiembre de 2004 la comisaría de Colón fue allanada en dos oportunidades. Los procedimientos fueron solicitados por los Fiscales Mario Gómez y Guillermo Villalba. El Juez que actuó en la causa judicial fue Emilio Aboud ( subrogante del Juzgado de Emil Jalil) realizó las evaluaciones que habían presentado los fiscales y consideró que había suficientes argumentos para detener a los uniformados. Ninguno de los jueces que intervinieron en estos momentos están en actividad.
Lo único que se comprobó
En la megacausa judicial lo que se comprobó fue el delito cometido por el Número dos de la Departamental de Policía de Pergamino Jorge O´Rouke que fue acusado de llevarse partes de un auto estacionado en los fondos de la Comisaría de Colón. El auto fue secuestrado en allanamiento en Colón y estaba armado con partes de otros autos robados en San Fernando, Morón, Pilar, Junin y habría sido secuestrado de un taller de Colón.
A O'Rourke se lo acusó del delito de "peculado" y de "robo e incumplimiento de los deberes de funcionario público.
Según se indicaría el oficial tenía un auto similar y se habría llevado una puerta.
| 
