La vacunación provee un método seguro y efectivo para frenar la transmisión de enfermedades y prevenir futuras complicaciones.
La tos convulsa o coqueluche, y la gripe son dos afecciones particularmente frecuentes, que tienen un alto nivel de contagio y pueden generar dificultades si no son bien tratadas. Ambas patologías cuentan con vacunas que aseguran la protección y evitan el contagio.
* Tos Convulsa: DTP (difteria, tétanos, pertusis), obligatoria para el ingreso escolar y la vacuna dTP (acelular), vacuna de refuerzo para niños, jóvenes y adultos.
* Gripe: Vacuna Antigripal, recomendada para el inicio de clases en particular en personas que presentan enfermedades respiratorias, cardiológicas o con defensas bajas.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la tos convulsa, causa alrededor de 294 mil muertes al año en todo el mundo en menores de cinco años, y en América Latina es responsable del 10 por ciento de las muertes producidas por enfermedades prevenibles por vacunas.
La tos convulsa es una infección respiratoria altamente contagiosa provocada por una bacteria llamada Bordetella pertusis.
La bacteria se transmite de persona a persona a través de pequeñas gotas de fluido tanto de la nariz como de la boca de una persona infectada.
Se caracteriza por catarros, tos progresiva, imposibilidad de respirar finalizando con una inhalación desesperada y ruidosa de aire y frecuentemente vómitos.
A pesar de que la vacunación contra esta enfermedad se brinda durante la primera infancia, la protección disminuye con el paso del tiempo, principalmente en la adolescencia y edad adulta.
Debido a ello, son estos últimos grupos los que al contraer la infección, pueden transferirla a los lactantes más pequeños que aún no están vacunados o no han completado el esquema de vacunación, generando en ellos serias complicaciones, incluso la muerte.
En los últimos 5 años, se ha detectado en nuestro país un importante incremento de casos de tos convulsa en adolescentes y adultos convirtiéndose así en una de las mayores fuentes de contagio.
Por ello, se recomienda la puesta en práctica de la estrategia de capullo, que busca proteger a los lactantes pequeños y recién nacidos a través de la administración a sus padres y otros convivientes de la vacuna acelular de refuerzo (dTp) contra la difteria, tétanos y tos convulsa.
Se considera que el 80 por ciento de los miembros de familias no inmunizadas desarrollarán tos convulsa si conviven con una persona que presenta la infección.
Es por esto que, es ideal que toda la población refuerce esta vacunación cada 10 años (16, 26, 36 años y así sucesivamente).
Entre mayo y agosto hay un aumento de las infecciones respiratorias, principalmente en niños de edad escolar.
La infección por el virus influenza es una de las más frecuentes. Por esto una de las vacunas recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es la vacuna antigripal que logra proteger de la infección y evita el contagio.
La gripe es una de las infecciones más frecuentes con síntomas muy molestos como fiebre alta, cefalea, dolor de garganta, dolores musculares, tos seca y congestión conjuntival. Dentro de sus complicaciones se encuentran la otitis media aguda, la sinusitis, laringitis, neumonía e incluso la infección del sistema nervioso central.
Para evitar esta enfermedad la OMS recomienda la vacuna antigripal que logra proteger de la infección y evita el contagio.
El momento adecuado para vacunarse contra la gripe y así evitar la infección, es durante los meses de marzo y abril, dado que se requiere aproximadamente de 3 semanas para generar los anticuerpos necesarios para estar protegidos antes del inicio del momento de mayor circulación del virus, que es en los meses más fríos (mayo-junio-julio).
Existen diversos conceptos errados en torno a la gripe, por lo que es importante recordar que el resfrío común no es causado por el virus de la gripe y la vacuna antigripal no produce ninguna de las dos afecciones:
A diferencia de un resfrío común, la gripe es una enfermedad infecciosa que afecta a todo el organismo y exige varios días de cama.
El resfrío, en cambio, es una afección de la vía aérea superior, producida por un virus de otro origen.
El comité de asesoramiento de inmunizaciones de EEUU 2008 (ACIP) recomienda la vacunación a:
- Todos los niños y jóvenes de 6 meses a 18 años. - Todos los adultos mayores de 50 años. - Todas la personas mayores de 6 meses inmunosuprimidas, con enfermedades crónicas pulmonares (ASMA), afecciones cardiovasculares, renales, hepáticas, hematológicas, o enfermedades metabólicas (incluye diabetes). - Adultos que cuiden menores de 5 años particularmente si cuidan niños menores de 6 meses.
|