Finalmente se hará el debate, que ya había sido postergado por el tribunal, a la espera de que la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires resolviera el pedido de desafuero presentado por el propio legislador. Sin embargo, la Cámara rechazó la solicitud.
Según informó el matutino local La Verdad, ee llega a esta instancia a partir de la Investigación Penal Preparatoria que lleva el número 8094, caratulada “Benítez Carlos Alberto sobre denuncia”, que llevó adelante la Unidad Funcional de Instrucción Nº 3, del fiscal Carlos Colimedaglia.
El fiscal de Juicio será el doctor Angel Quidiello y la defensa de Miguel será ejercida por el doctor Darío De Ciervo.
La causa supera las 15.000 fojas, además de otros anexos que se fueron incorporando a lo largo de la investigación llevada adelante por Colimedaglia, por lo que este juicio demandará varias jornadas, con más de treinta testigos y será fundamental el informe de los peritos de cada parte para llegar a establecer una responsabilidad delictual o no.
Abel Miguel había solicitado su propio desafuero para enfrentar el juicio oral y público. El legislador dijo que motivó su pedido “mi voluntad de comparecer a un proceso judicial iniciado con mucha antelación a mi elección y posterior asunción como diputado provincial. Este proceso fue iniciado en el mes de diciembre de 1999.
Se intentaron imputar una gran cantidad de delitos -algunos de similares diseños a los ventilados en las más de 20 causas penales sobre las que recayeron sobreseimientos-, pero concretamente han quedado como objeto de reproche en el referido juicio, los de incumplimiento de los deberes de funcionario público, malversación culposa de funcionario público, omisión de presentación de declaración jurada y enriquecimiento ilícito de funcionario público”.
En los fundamentos del su pedido, también señaló que “han sido investigados nacional e internacionalmente, mis familiares directos, mis amigos, mis funcionarios en distintas gestiones, mis tarjetas de crédito, mis cuentas bancarias, mi actividad como ingeniero agrónomo y productor agropecuario, mis empleados en la actividad agropecuaria, empleados de mis distintas gestiones, mis obligaciones tributarias como contribuyente, entre otras tantas pesquisas llevadas a cabo durante 9 años, caracterizados por noticias en los medios, injurias anónimas panfletarias e informáticas, injurias de autores identificados y otros operadores útiles a distintos sectores del escenario político local y regional”.
Destacó que “no puede haber razones superiores a la voluntad de un ciudadano que quiere someterse al examen de la justicia para demostrar su inocencia.
Máxime, si se trata, como en mi caso de un ciudadano que a pesar de haber sufrido una campaña calumniosa propia de las patéticas miserabilidades de la política, como decía Hipólito Irigoyen.
Sin embargo he logrado mantener el creciente apoyo de la ciudadanía de Junín durante los 20 años que ejercí como intendente municipal”
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