Pero la vorágine no permitió darle la importancia que merecía lo que sucedía con la Selección Nacional Sub-20, que disputaba en Venezuela la clasificación rumbo al Mundial de Egipto. En los papeles era un hecho, un mero trámite llegar a ese objetivo. De seis equipos que jugaban la ronda final solamente dos quedaban afuera. Y Argentina lo logró. Salió sexta.
Sí, última posición para un país no acostumbrado a eso y que cuenta con seis títulos en la categoría. Entró al hexagonal ya mencionado por la ventana y ganó un partido sobre nueve. A Perú, país que fue derrotado por todos los demás.
Un verdadero FRACASO. Ahora deben quedar atrás los lamentos y buscar respuestas y responsables de porque sucedió esto.
Los dirigentes de la Asociación del Fútbol Argentino tendrían que explicar los motivos por los cuales no se continuó con el estilo y modo de trabajo de José Pekerman, que llegó a ser técnico de los juveniles presentando una carpeta con un proyecto serio, el cual permitió cosechar muchos laureles. Cuando Pekerman buscó nuevos horizontes, siguió en el cargo un alumno de su "escuela", Hugo Tocalli, que también dejó su sello y algún campeonato.
Pero todo cambió. En todas las divisiones juveniles desembarcaron las glorias del Mundial '86 como Broun, Enrique y Sergio Batista, quién logró la medalla de oro en los juegos olímpicos de Beijing con grandes nombres y jugadores. Pero ¿por qué el cambio? ¿Por qué modificar lo que se venía haciendo bien?. No hay que negar todo lo que brindaron estos hombres por la camiseta albiceleste pero asumieron al cargo sin experiencia dirigiendo y sin un proyecto consistente y firme.
Pensar que cuando Basile tomó la (mejor) decisión de renunciar a la Selección Mayor, Batista era el principal candidato a sucederlo. Quizás usted piense que Diego Maradona tampoco tiene experiencia en el cargo. Es cierto, pero detrás suyo está Carlos Bilardo, un indiscutible de nuestro fútbol, le guste a quien le guste.
Batista hizo que este equipo juvenil no tenga un plan de juego, que carezca de actitud y vergüenza deportiva. No tuvo un líder. Todas las esperanzas recayeron en el "Toto" Salvio, que apenas jugó un par de encuentros en la primera de Lanús. Pero cuando no hay nombres, ahí realmente se ve la mano del técnico y como puede modificar lo que está saliendo mal. Pero eso no sucedió. Argentina FRACASÓ.
Los culpables deberán asumir sus errores. Y Grondona considerar la triste y preocupante realidad de ver el Mundial de Egipto por televisión.
*Periodista. Director Técnico nacional de Fútbol
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