En Colón existe gran cantidad de mordeduras de canes al año se calcula 120, y muchas pérdidas económicas por horas caídas de trabajo y atención sanitaria -entre otras cosas-
Esta no es solamente una cuestión local, sino que es un dilema para muchas ciudades que no encuentran una solución adecuada. En este contexto, la ley 13.879 aprobada por la Legislatura provincial agrega condimentos controvertidos a un asunto que ya de por sí es polémico.
Dicha norma, que tiene el objetivo de "alcanzar el equilibrio de la población de perros y gatos", prohíbe en las dependencias oficiales de la provincia "la práctica del sacrificio de perros y gatos, como así también, todos los actos que impliquen malos tratos o crueldad". Además, establece "la esterilización quirúrgica como único método para el control del crecimiento poblacional" de los animales, y declara el carácter obligatorio en toda la provincia del "tratamiento antiparasitario de los perros y gatos".
Estos puntos fueron cuestionados desde distintos ámbitos especializados, principalmente por el Colegio de Veterinarios de la provincia, cuya comisión envió una carta al gobernador Daniel Scioli, a los presidentes de las Cámaras de Diputados y Senadores, y a diferentes organismos estatales.
Sacrificios
"Está claro que nadie pretende una matanza de animales ni apelar al sacrificio como herramienta que procure solucionar los problemas que ocasionan los perros de la calle", dijeron desde el Colegio. Pero la prohibición que figura en la disposición para la práctica de sacrificios de perros y gatos, impulsó al Colegio a remarcar que este concepto se enfrenta claramente con la ley 8.056 de Profilaxis contra la Rabia y su Decreto Reglamentario Nº 4669/73, en el que se autoriza el "sacrificio de animales con posibilidad de haber sido contagiados de rabia".
Esta contraposición no resulta antojadiza, ya que se ha constatado la reaparición de casos de esta enfermedad, y así lo exponen en la carta de referencia: "Hemos tenido recientemente, el 16 de noviembre, un caso de rabia en su variante cepa 1 en la vecina ciudad autónoma de Buenos Aires, en un perro proveniente de Bolivia: país limítrofe que junto a nuestras hermanas provincias del NOA padece esta enfermedad.
Un caso que se viene a agregar a los que han sido de público conocimiento, contagiados por la variante tipo 4, es decir la que transmiten los murciélagos, situaciones que fueron advertidas en muchas oportunidades por nuestro Colegio y hoy lamentablemente sucedieron".
Es por eso que, ante esta normativa, los veterinarios se preguntan con qué instrumentos contarán, frente a este retorno de la enfermedad.
Asimismo, se cuestiona la pretensión de un "equilibrio de la población de perros y gatos" por parte de la legislación aprobada, ya que no se especifica qué significa ese concepto o cómo se lograría ni a través de qué medios.
Esterilización más tenencia responsable
Cuando la ley dispone la esterilización quirúrgica para control del crecimiento poblacional de perros y gatos, los especialistas coinciden con esa perspectiva, pero las objeciones se plantean en cuanto a que no es éste "el único método", como reza en su artículo tercero.
El Colegio de Veterinarios expresa en su carta que existen "trabajos científicos que demuestran que no es eficaz en todos los casos, si no es acompañado con otras medidas importantes a las que no se alude, tales como: adopción, educación, difusión, retiro de los perros y gatos de la vía pública, creación de refugios, identificación, régimen de sanciones".
En concordancia con esta última postura, el doctor Daniel Simón, jefe de la división Zoonosis Urbanas del Ministerio de Salud provincial, en una carta enviada a la Secretaría Privada del propio ministerio, hace saber que la norma "no menciona la principal medida que se tiene en cuenta en Salud Pública: la educación para la salud, en lo que respecta a tenencia responsable de los animales, en especial a la contención de los mismos y a que no queden en la calle formando una fauna urbana de responsabilidad pública y con la posibilidad de transformarse en vehículos de patologías como la rabias, parasitosis, etc., sin hablar de la enorme cantidad de mordeduras que se consultan a diario en los centros de zoonosis".
Es por eso que los especialistas consideran que a la esterilización debería sumarse una campaña que promueva la tenencia responsable, que implica proveer al animal de salud, alimentación adecuada, recreación, cariño, y, además, contempla la dedicación de tiempo y espacio de parte de los dueños.
Deseos y realidades
En referencia a la obligatoriedad del "tratamiento antiparasitario de los perros y gatos" que impone la ley, los veterinarios colegiados creen que sólo se trata de un enunciado alejado de la realidad. El concepto está basado en el análisis que hacen en relación a "las condiciones en las que funcionan actualmente los sectores asistenciales a nivel municipal (dispensarios antirrábicos)".
Simón coincide con esta visión y plantea que evalúa el artículo "como expresión de una buena intención más que como una posibilidad factible de practicar por el movimiento de animales que generaría su control y, en especial, el elevado costo: serían 30 millones de pesos". (Democracia)
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