(La Opinión). El ingeniero agrónomo Eduardo Sierra trazó la perspectiva agroclimática para la campaña agrícola 2008-2009 y señaló que durante la segunda quincena de este mes, febrero y marzo se experimentará una pausa en “La Niña”, que aportará lluvias, pero a partir de abril se reactivará la sequía.
El informe emitido por la Bolsa de Cereales a cargo del experto en agrometeorología señala que a partir de comienzos de noviembre de 2008 el Océano Pacífico Ecuatorial volvió a enfriarse, al mismo tiempo que el Océano Atlántico se mantuvo por debajo de su temperatura normal al retrasarse el avance hacia el sur de la corriente marina cálida del Brasil, que no logró desplazar a las aguas frías de la corriente marina de Malvinas.
Si bien se trata de un episodio de menor intensidad que el registrado en la campaña precedente, las escasas lluvias observadas durante noviembre y diciembre de 2008 y los primeros días de 2009, unidas a la intensa evapotranspiración provocada por las elevadas temperaturas registradas durante dicho lapso, determinaron un fuerte descenso del contenido de humedad de los suelos en la mayor parte del área agrícola.
Debido a la acción de “La Niña”, a la que se suman las temperaturas bajo lo normal registradas en el Océano Atlántico, los regímenes de precipitaciones y temperaturas experimentarán perturbaciones de distinto signo, las que fueron explicadas por Eduardo Sierra.
El sistema de vientos provenientes de la región amazónica se intensificará, penetrando con vigor en el noroeste argentino donde producirá precipitaciones superiores a lo normal. La acción de este sistema se extenderá hacia el sur, a través de la región de cuyo y el noroeste de la región pampeana, donde producirá precipitaciones abundantes.
En ocasiones proseguirá su recorrido hasta el sudoeste y el extremo sur de la provincia de Buenos Aires, donde producirá precipitaciones localizadas y muy discontinuas en el tiempo. Asimismo, cada tanto extenderá su acción hacia el oeste de la región del chaco, donde originará tormentas intensas, pero de carácter disperso y sin continuidad. Las temperaturas serán elevadas pero algo inferiores a lo normal debido al incremento de la nubosidad y al efecto moderador del alto contenido de humedad de los suelos.
El sistema de vientos provenientes desde el centro del Brasil reducirá su aporte de humedad, causando precipitaciones bajo lo normal en el este de la región del Chaco, la mayor parte de la región pampeana y la mayor parte de la mesopotamia. Las temperaturas serán superiores a lo normal debido a la reducción de la nubosidad y al fuerte calentamiento de los suelos con bajo contenido de humedad. Dentro de esta amplia zona es probable que sólo la zona núcleo maicera-sojera (este de Córdoba, sur de Santa Fe, este de Entre Ríos y norte de Buenos Aires) logre mantener un adecuado contenido de humedad en sus suelos.
El sistema de vientos del anticiclón del Atlántico sur reducirá su aporte de humedad, causando precipitaciones bajo lo normal en el extremo sudoriental de la mesopotamia y en el nordeste y sudeste de Buenos Aires. Las temperaturas serán superiores a lo normal debido a la reducción de la nubosidad y al fuerte calentamiento de los suelos con bajo contenido de humedad.
Pausa para “La Niña”
Afortunadamente los indicadores climáticos más recientes señalan que la sequía prevista para este mes podría ser más corta que lo previsto inicialmente, permitiendo que las precipitaciones se reactiven en forma temprana, trayendo un oportuno alivio a los cultivos de verano que se encuentran al borde de su colapso.
Gracias a esta pausa temporaria en el accionar de “La Niña”, febrero y marzo aportarán adecuadas cantidades de lluvias que permitirán que los cultivos de verano completen su ciclo en condiciones adecuadas.
No obstante deberá preverse la aparición de algunos riesgos, informó Eduardo Sierra: “El incremento de la humedad edáfica y atmosférica provocará condiciones favorables para el desarrollo de enfermedades y plagas que, hasta el momento, habían quedado retrasadas por la sequía.
“Al acercarse el inicio del otoño las precipitaciones incrementarán su intensidad, aunque sin superar los valores normales, momento en que el riesgo de granizo y vientos alcanzará su mayor expresión, siendo probable que el lapso húmedo se extienda hasta mediados de abril.
“No obstante, a partir de la segunda quincena de abril las precipitaciones reducirán su intensidad en toda el área agrícola nacional, dando lugar a una segunda parte del otoño seca y con temperaturas superiores a lo normal en promedio, lo cual generará el riesgo de que las reservas de humedad de los suelos desciendan rápidamente”.
Ello obligará a un cuidadoso manejo de las reservas de agua de los suelos, a fin de que este recurso no quede escaso para la siembra de la cosecha fina 2009/2010.
Asimismo debe contemplarse la posibilidad de que se produzcan heladas tempranas y un prolongado lapso otoño-invernal con precipitaciones escasas, similar a los observados en 2007 y 2008.
También debe preverse un comienzo temprano de la temporada con heladas, las cuales podrían manifestarse en el sur del área agrícola nacional a partir de la segunda quincena de abril.
Los pronósticos de temperatura del Océano Pacífico Ecuatorial indican la posibilidad de que “La Niña” se extienda hasta la primavera 2009, lo cual podría representar un comienzo tardío de la temporada de lluvias, perjudicando la siembra de los cultivos estivales de implantación temprana, como el girasol y el maíz.
La Opinion de Pergamino
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