Carente de protagonismo en las últimas temporadas, el barigüí amaga con ser aquella iracunda pesadilla que a base de picaduras hizo estragos en la piel de niños y grandes.
Diferentes visitantes del Parque Natural advirtieron que fueron blanco de la “mosquita” y remarcaron que las consecuencias de la picadura son muy similares a las sufridas en temporadas anteriores, cuando el insecto tenía convulsionada a toda la comunidad juninense y a las de algunas ciudades de la región.
Por lo pronto, se encuentra librando una ferviente batalla contra el equipo de fumigación de la Municipalidad, aunque muchos vecinos ya alertaron que los últimos domingos en el camino costero el insecto, más pequeño que una mosca pero con aguijones sagaces, estuvo intratable.
El director de bromatología de la comuna, Guillermo Marsetti, dijo que pese a las tareas de desinfección que se concretan en los centros recreativos a cielo abierto, por las altas temperaturas “es imposible que no haya un bicho que pique”.
“Desde el 10 de noviembre, todos los fines de semana y vísperas de feriado estamos haciendo fumigaciones en forma permanente, en la Pista de la Salud, avenida de Circunvalación –entre Posadas y Ruta 7-, barrio Real, inmediaciones del autódromo y el balneario, tanto en sus barrios internos como en la zona turística”, respondió el funcionario (DIB)
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