Según se pudo saber el asalto ocurrió a las cuatro de la mañana del sábado cuando dos jóvenes sorprendieron al sereno de la empresa y le pidieron el dinero.
Los malvivientes golpearon con las armas de fuego al trabajador hasta desfigurarlo totalmente.
Colón Doce concurrió al sitio y la víctima pidió que no le saquen fotos, sumamente preocupado por las implicancias que llevaría a su numerosa familia.
La oficina donde se desarrolló el ilícito quedó revuelta y con el piso regado de sangre.
Los asaltantes solo se llevaron una pequeña recaudación que no alcanzaría a cien pesos.
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