El procedimiento se cumplió en el marco de una causa que investiga el Juzgado Federal de Junín, a cargo del doctor Pedro Plou, y fue ejecutado por efectivos de la Delegación de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas con asiento en nuestra ciudad, y del Grupo de Apoyo Departamental (GAD).
Con un gran despliegue de efectivos se cumplió el allanamiento en el autoservicio “La Plaza”, sito en Rivadavia 373, que duró más de cinco horas y convocó a decenas de personas que se agolparon en las inmediaciones para observar el operativo, que dio comienzo alrededor de las 18 -un horario pico de peatones y tránsito por la zona- y se prolongó hasta pasada las 22.
Según las fuentes consultadas, se investiga si cuatro personas, todas mayores de edad, tres de origen oriental y una peruana, eran ocupadas allí para desarrollar jornadas laborales infrahumanas y vivir en condiciones de servidumbre por parte de estos inmigrantes, en el marco de formas de contratación en las que los derechos laborales y sociales son la variable de ajuste.
Por esta situación, entre los muchos curiosos no faltaron los comentarios preguntando que rol cumple la Subsecretaría de Trabajo provincial, la CGT, Municipalidad, con la falta de decisión política en los distintos niveles de gobierno a la hora de ejecutar un sistema adecuado de verificación y control del trabajo.
Las víctimas de acuerdo lo descrito allí, de entre 25 y 30 años, eran alojadas en un piso superior del autoservicio, donde la temperatura supera los 40 grados, con un baño sin ducha, por lo que se bañaban utilizando un balde con agua y una esponja para mojarse.
En principio, la causa está caratulada como presunta privación ilegal de la libertad y trata de personas, y se procedió a la detención de dos hombres de origen chino, mayores de edad, responsables del autoservicio, a quienes anoche se los notificó y hoy serán remitidos al Juzgado Federal para prestar declaración.
Incluso, se mencionó que se los hacían dormir por turno y sobre un colchón de goma espuma tirado en el piso.
La pesquisa comenzó a gestarse desde hace meses, donde los investigadores fueron procediendo a reunir elementos probatorios y culminó ayer con la orden de allanamiento.
Una fuerte custodia de efectivos del GAD cubrió los accesos a las instalaciones y policías de la Delegación de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas ingresó y ocupó todos los sectores. En una paciente labor, se halló documentación, incluso los pasaportes de las víctimas, que estaban retenidos por los empleadores.
A los empleados se les pagaba una cantidad de dinero, pero se les descontaba porque les “brindaban” casa y comida. Creyeron en la promesa de trabajo digno. Así lo reveló uno de los investigadores que participó de esta lucha contra el trabajo esclavo.
De todas manera, no se descarta que se profundice la investigación que hizo suya la Justicia Federal, para determinar si este sistema imperante, basado en la explotación de inmigrantes principalmente, vinculados al tráfico de personas.
Precisamente, en la madrugada de ayer, habían llegado al autoservicio una mujer y un hombre que el día anterior ingresaron al país por Buenos Aires y ya estaban ubicados en Junín.
De las cinco víctimas, cuatro son de origen chino: dos mujeres y dos varones; y la restante peruana. Todas fueron trasladadas, lo mismo que los imputados, hasta la sede de la Delegación de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas, donde se les brindó atención médica y psicológica; incluso, se solicitó la participación de una asistente social.
Las irregularidades del trabajo informal, en negro, sin aportes, sin obra social, pasaron desapercibidas para todos los estamentos de control.(DIB)
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