En el caso de los chicos, la forma más frecuente de diabetes es la que los especialistas denominan "tipo uno", cuya principal característica es que el páncreas no elabora insulina, una hormona vital para el organismo porque se ocupa de que las células aprovechen los nutrientes presentes en los alimentos. "Por lo tanto, cuando la insulina falta, la glucosa existente en lo que comemos queda en sangre y no nos aporta más que problemas", comentó Viviana Balbi, endocrinóloga del Hospital provincial Sor María Ludovica de La Plata donde se asisten a unos 200 chicos con esta patología.
En el caso de los niños, las infecciones virales, sobre todo las que afectan al tracto gastrointestinal, suelen funcionar como detonantes de esta enfermedad. Además, algunos estudios internacionales prueban que existe relación entre la administración temprana de la leche de vaca y la aparición de la diabetes. En parte por eso, los especialistas insisten en extender todo lo posible la lactancia materna. Todos los 14 de noviembre, se conmemora el Día Mundial de la Diabetes, fecha que recuerda el nacimiento de Frederick Banting, quien junto a Charles Best se atribuye el descubrimiento de la insulina. Durante este año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo especial hincapié en que las autoridades sanitarias de cada jurisdicción se ocupen de difundir los alcances que puede acarrear este mal crónico en los más chicos y la relevancia de llevar a cabo un tratamiento adecuado. Según la OMS los casos de diabetes se habrán duplicado en el mundo para el año 2030.
Los endocrinólogos recomiendan a los padres estar atentos a tres síntomas básicos de la enfermedad: el exceso de sed, de ganas de hacer pis y el descenso de peso ya que la falta de un control disciplinado sobre la enfermedad puede acarrear severos problemas renales, ceguera y amputaciones.
"No es posible eludir el diagnóstico de la diabetes porque, lamentablemente, es una enfermedad donde el deterioro de la salud es notable en poco tiempo; el chico que la sufre se deshidrata y se descom- pensa rápidamente sino es tratado en forma adecuada", señaló Balbi, y enfatizó que toda vez que una mamá observe que su hijo va muy seguido al baño, se despierta con sed varias veces en la noche y baja de peso debe consultar al pediatra y confirmar si se trata de una diabetes infanto-juvenil mediante un simple análisis de sangre.
El Prodiaba (Programa de Diabetes de la Provincia), que depende del Ministerio de Salud provincial, provee en forma gratuita de medicación, insulina, tiras reactivas, agujas y jeringas a 80 mil pacientes sin obra social de los cuales alrededor de 12 mil son menores de 20 años.
A diferencia de la diabetes tipo dos, asociada al exceso de peso y la vida sedentaria, la que se desencadena en la infancia requiere, desde el momento del diagnóstico, insulina inyectable. Y para facilitar la aplicación, la cartera sanitaria provincial entrega, desde este año, un aplicador especial que se rellena con la dosis justa para cada chico y se coloca rápidamente y sin dolor.
Para recibir los insumos que entrega el Prodiaba sólo se requiere solicitarlos en los hospitales públicos de la Provincia o bien en los Centros de Atención Primaria. "El único requisito es no tener cobertura de obra social y presentar la historia clínica en la que se deja constancia de que la persona es diabética", explicó el ministro de Salud, Claudio Zin (DIB)
|