Todo comenzó a las dos de la tarde del domingo. La barra había recaudado sus buenos mangos ¿Quines les dio el dinero? Y de este modo compraron pirotecnia, cerveza y vino.
Un tipo que paso en un auto le dijo "Tiren unas bombas así hacemos bochinche y se junta la gilada" Así tragó va, bomba en el aire estalla, trago viene, llegaron a la hora del partido y el grupo no sabían si se festejaba el regreso de Perón o jugaban Barracas y Racing.
Cuando llegaron a la cancha un uniformado de azul los felicito por el ritmo cadencioso que llevaban, pero no se dió cuenta que era porque rebotaban en las paredes por la falta de equilibrio y hasta debieron apuntarle más de una vez a la puerta para entrar.
El partido fue un trámite y a la salida se armó la gresca. La Policía alquiló las plateas para no perderse la flor de pelea, hasta que vino la orden y se repartió tiros, volaron ladrillos, zapatos y bicicletas.
El Pirincho andaba buscando al que aporto los fondos para la compra del vino, la cerveza, y la pirotecnia pero no lo encontró. Seguramente estará en su casa diciendo «no hay caso con estos inadap- tados que siempre hacen líos» pensó. (continuara).
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