Los cacos ingresaron al comercio “Quiereme”, propiedad de Jimena Graglia, ubicado en calle 47 entre 19 y 20 y comenzaron a mirar prendas de vestir, una vez que eligieron un pantalón la empleada preguntó si iban a pagar en efectivo a lo que contestaron en forma afirmativa.
Cuando la empleada se descuida la tomaron de la cabeza, la golpearon contra el mostrador y le dijeron que se quedara quieta, tomando el dinero en efectivo y arrancándole una cadenita que llevaba en el cuello.
Rápidamente huyeron caminando. Una fuente indicó que serían dos adolescentes de entre 14 y 16 años de contextura física menuda, y que la empleada nunca observó el arma de fuego, aunque uno de los malvivientes llevaba una bolsa de plástico en la mano.
Es el primer caso de estas características que sucede en el interior de un comercio y llama la atención la frialdad de los jóvenes a pesar que a esa hora circulaba por calle 47 mucha gente y enfrente funciona una remiseria. .
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