En Colón un hombre colisionó el auto del Subcomisario de la Policía Comunal, causando un pequeño raspón en su parte posterior.
El oficial lo amenazó con la pistola reglamentaria y el ciudadano asustado debió escapar de la escena donde se desarrolló el percance.
El policía dio la orden de detención, lo persiguieron con patrulleros, los detuvieron ( al denunciante y un amigo), los esposaron a ambos, trasladandolos a la Estación de Policía, donde uno de ellos fue golpeado cuando estaba sentado en un banco.
Los agentes policiales llevaron a la víctima esposado al Hospital Municipal. En el traslado el hombre gritaba, y vociferaba su inocencia. Solamente un amigo avisó a su familia que Juan Troncoso estaba detenido.
Un medico lo revisó y nuevamente fue trasladado al edificio policial donde permaneció detenido hasta el lunes. Durante más de un jornada el hombre fue un desaparecido. La situación de por si grave, se vuelve aún más dramática, porque en una población “donde nos conocemos todos” nadie “paró” semejante locura.
La obediencia debida nuevamente sobrevoló un caso de apremio ilegal. La pregunta es ¿Qué acusación sostenía la detención de un hombre que no había hecho nada?.¿Si estaba acusado de ingesta alcohólica ¿Se le hizo los análisis?. En pequeña escala se dio el mecanismo dramático del Proceso Militar.
El subcomisario fue removido
Se supo que el Sub comisario Jiménez fue removido de su cargo, y reemplazado por el teniente, José Becerro. La cusa judicial se encuentra en la UFI 1 de Pergamino a cargo del Dr. Daniel Gómez, bajo el número IPP 01-974 y está caratulada como “apremios ilegales y severidad”, siendo la denunciante la esposa de la víctima Claudia Oses y el apremiado Juan Troncoso. No es un caso más…esperemos que sea el último.
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