El costo de la decisión tomada es de un millón y medio de pesos. Según todo indica, las conclusiones a las que llegaron los funcionarios y técnicos sería la instalación de un caño de aproximadamente dos mil metros que permita llevar al tanque de 42 y 23, un caudal de agua superior al actual y que es producido por los pozos.
Sin embargo existen dudas que esperamos sean evacuadas. ¿Cuánto litros envía a la red cada bomba? ¿Cuál es el consumo de la población? ¿Cuánta agua se pierde en el recorrido de una red que tiene cincuenta años? ¿Existen socavones? ¿Cuánta agua se consume realmente y cuanta se malgasta?.
La presión de agua
Una de las mayores dudas es cuando se realice el tramo de dos mil metros de cañería desde algunos pozos al tanque de 42 y 23 y se deje el resto de la red domiciliaria en las condiciones actuales ¿Podremos abastecer con normalidad los domicilios?
El pensamiento es el siguiente. En la actualidad se cerró la llave de paso de salida del tanque de calle 42 y 23.
Los datos indican que de las veinte vueltas se habría abierto solamente diez (un cincuenta por ciento de su capacidad). El motivo técnico sería para que el tanque de 42 y 23, no se quede rápidamente sin agua.
El haber cerrado la llave de salida no permite que haya presión en muchos domicilios que deben esperar que llegue la noche para que el agua suba a los tanques de las viviendas.
Por otro lado, si abrimos totalmente la válvula de salida del tanque de agua de 42 y 23 la presión existente “rompe” los caños (sobre todo en el casco céntrico).
La incógnita a resolver es con el nuevo proyecto, solucionando el ingreso de agua al tanque de Obras Sanitaria y abriendo la válvula de salida para que haya presión suficiente en toda la ciudad. La pregunta es ¿Cuánto resiste el resto de la red de agua corriente?.
Por otro lado volvemos a preguntar ¿Cuánta capacidad se le resta al tanque con los residuos solidificados de limo?. Se debe tener en cuenta que hace por lo menos treinta años que no se limpia.
¿Por qué no declarar la emergencia en el sistema? y luego comenzar a planificar las prioridades y optimizar al máximo la inversión que se deberá realizar. Por último el otro tema para abordar sería la calidad del agua que se brinda. Los niveles de arsénico en algunos de los pozos es alto y el agua se debe mezclar para tener parámetros normales,
Además los niveles generales de nitratos y nitritos son muy altos. Se debe tener en cuenta que buena parte de la población está consumiendo por motivos de salud agua de dispenser que tiene costos superiores a 100 pesos mensuales por familia.
Lo anunciamos
El 20 de noviembre de 2006 Colón Doce publicaba (se puede buscar en google). “El estado de las cañerías de la red de agua en el centro de la ciudad nos hace pensar que tendremos un “verano caliente” en cuanto a la provisión del vital líquido en los hogares colonenses.
Colón Doce inició desde el 2001, una campaña avisando que en los próximos años la red de agua potable podría colapsar.
No nos equivocamos. Las roturas se “diseminan” por varios lugares y el personal no logra controlar la situación. La red tiene 40 años de antigüedad y requiere una renovación total.
Agregado a esta problemática el tanque de provisión de todo el casco urbano, situado en 42 y 23, no se limpia desde 1989 –por lo menos- y acumula un metro de barro endurecido. La alternativa para limpiarlo es dejar a la ciudad sin agua dos días para poder bajar desde más de treinta metros de altura, toneladas de limo, rogando que nunca falte el cloro para “de- sinfectar”.
El dilema
En los próximos meses el dilema es simple y a la vez paradojal. Si se da presión a la red de abastecimiento domiciliario habrá roturas de numerosos caños, aunque el agua llegara a todos los hogares y cada semana seguramente habrá cortes de cuatro o cinco horas para reparar los inconvenientes de mayor envergadura.
El problema será cíclico. Además como las válvulas para purgar el sistema están rotas, cuando luego de cada corte se vuelve a dar agua al sistema , el aire acumulado en las cañerías vuelve a producir inconvenientes con nuevas roturas. ( puede oír el retumbar al abrir las canillas luego de los cortes). Si en cambio se le quita presión a la red, en muchos hogares los días de calor habrá un hilo de agua y en otras viviendas más alejadas ni esa suerte tendrán. La marcha de los acontecimientos nos dará o no la razón (creemos que será nuevamente en un cien por cien).
Sin embargo, lo importante es que en el 2007, se encare de una buena vez y a fondo la problemática y además se estudie en forma inmediata un sistema para limpiar el tanque. Se debe tener en cuenta que agregado a los peligros que de por si acarrea en el orden de la salud, le quita capacidad de almacenamiento (creemos en una quinta parte) al viejo tanque de 42 y 23.
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