Municipios del interior bonaerense
Se complican los números de las cuentas fiscales (DIB)En solo nueve meses las cuentas pasaron a tener números en rojo. Una explicación de lo que sucede en el interior bonaerense. En sólo 9 meses, la mayoría de las comunas del interior de la provincia de Buenos Aires descendieron desde las puertas del cielo a los arrabales de infierno: en enero, los intendentes pronosticaban un 2008 repleto de buenas noticias, con una evolución impecable de los principales indicadores económicos; hoy, cuentan monedas para llegar a fin de año, suspenden obras ya presupuestadas, se endeudan y discuten con los dientes apretados los pedidos de aumento de sus empleados...
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Todo un récord, aún para un país acostumbrado a los altibajos. ¿Qué ocurrió? Básicamente, tres cosas: la inflación real se disparó a más del doble de lo que habían proyectado las comunas –un fenómeno que, en rigor, viene desde antes pero que este año se acentuó-; la cobrabilidad de las tasas cayó, el menos temporalmente, mientras duró la crisis del campo, en el marco de unas economías locales que no terminan de recuperarse del enfriamiento que experimentaron durante esos 128 días, y la presión salarial se redobló en el segundo semestre, con nuevos pedidos de aumento que casi nadie imaginaba a principios de año.
Así las cosas, el rojo en las cuentas públicas comunales aparece como un horizonte al menos posible para el cierre de este ejercicio económico en varias intendencias. Tanto es así que altas fuentes del Ejecutivo estiman que se necesitarán 1.200 millones de pesos para sostener el funcionamiento mínimo (pagar sólo los salarios y los gastos operativos) de los municipios hasta fin de año. “Algunos no van a llevar a fin de año porque con el aumento derivado de la reforma impositiva no les va a alcanzar”, dijo esa fuente, que pertenece al gabinete del gobernador Daniel Scioli.
Los números no cierran, aún cuando el Ejecutivo puso en marcha algunas iniciativas que suponen dinero extra para las ciudades, por sobre lo que había proyectado en enero. Se trata de poco más de 200 millones de pesos (para los 134 municipios) derivados del aumento de la coparticipación que supone la reforma impositiva sumado a un Fondo de Fortalecimiento de los Recursos Municipales, incluido en esa reforma. Y a un segundo fondo, de Inclusión Social, que se votó por cuerda separada semanas después de los cambios impositivos. Un último recurso con que los intendentes cuentan para minimizar el impacto de esta la complicada situación financiera, son los célebres Aportes del Tesoro Nacional y sus hermanos menores bonaerenses, los ATP. Pero son fondos dispuestos de manera discrecional por los poderes ejecutivos, sobre los que es difícil hacer previsiones financieras.
Lo mismo ocurre con los pedidos de fondos extra que las comunas han pedido tanto a Scioli como al titular del PJ nacional, Néstor Kirchner, en reuniones que jefes comunales de extracción justicialistas mantuvieron con Kirchner durante la última semana.
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