La mujer por la descripción no sería de nuestra ciudad. Según se pudo saber, la secuencia de los hechos sería la siguiente: los usuarios del cajero ingresan a retirar dinero y se encuentran que la misma no se puede introducir quedando trabada.
La joven que se encuentra en la cercanía de la entidad bancaria se ofrece a brindar ayuda y pide a la víctima algunos datos para poder rescatar la tarjeta..
El usuario se retira del sitio sin lograr concretar la operación y cuando regresan al banco un día hábil (sucede los fines de semana) se encuentran que el dinero fue retirado. Las víctimas son del sexo masculino y por lo menos habría dos casos denunciados. Según una información el mismo cuento del tío habría sucedido en entidades bancarías de Pergamino hace pocas semanas. Las dos variantes
En el “cuento del tío” en los cajeros automáticos “vive” con distintas variantes. La modalidad más común es la siguiente: La víctima entra al cajero automático y introduce la tarjeta, poniendo además la clave para cobrar. Una vez realizado el trámite se encuentra que la tarjeta queda atorada en el interior. (se puede utilizar pegamento)
En este momento podría ser que alguien lo estuviera vigilando desde un auto o parapetado en otro lugar y una vez que se retira la víctima se dirige al cajero y termina la operación.(podría haber acontecido en Colón)
La otra variante es que llega una joven que ante la desesperación del hombre, argumenta que le ocurrió lo mismo y que para sacar la tarjeta debe marcar el código personal.
La víctima accede y realiza la maniobra. La mujer observa que número marca en el teclado. La tarjeta no puede ser retirada y la estafadora recomienda que regrese cuando el Banco reabra sus puertas y de esta forma recuperar el valioso elemento.
Seguramente la estafadora, previamente a la entrada de la víctima al cajero automático, utiliza un mecanismo especial para trabar la tarjeta, luego al retirase el usuario ingresa al mismo y la extrae. La ladrona sabiendo la clave personal ( se la mostró la víctima), retira todo el dinero que existe en la cuenta del desprevenido.
La víctima regresa al Banco pero cuando el personal va al cajero automático, no encuentra a la misma..
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