Actualmente y según datos que se pudo certificar encuentra internado en el Hospital Interzonal de Agudos “San José”, donde es asistido bajo la supervisión de profesionales del Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas “Julio Maiztegui” (Inevh) para cumplir con los protocolos de tratamiento que se imponen tras la confirmación del diagnóstico y que tienen que ver con la aplicación de plasma inmune.
Aunque en rigor la endemia no está sujeta a factores estacionales porque se registran durante todo el año, la confirmación de este caso coincide con la época del año en la que se suelen presentar con mayor frecuencia por cuanto coincide con el incremento de la actividad agropecuaria y con el aumento estacional de la comunidad de roedores que terminan su reproducción.
La Fiebre Hemorrágica Argentina (FHA) es una enfermedad zoonótica conocida como Mal de los Rastrojos que afecta a la población de la Pampa Húmeda, definida como zona endémica. Se trata de una patología causada por un virus que tiene su reservorio, es decir que se mantiene en la naturaleza, por medio del roedor Calomys musculinus, conocido como “laucha de campo”, que es el que transmite la enfermedad al hombre.
En general la persona se contagia al estar en contacto en la naturaleza con heces, orina o sangre de este roedor y aunque la forma de contagio se asocia con las tareas rurales, cualquiera que esté en contacto por azar con estos elementos puede contraer Mal de los Rastrojos. Aunque la transmisión de una persona a otra es excepcional, se ha documentado.
La vacuna fue registrada desde 2006, y se llama Candid I, aparece como un hallazgo para la prevención y forma parte del calendario nacional de inmunizaciones para mayores de 15 años en el área endémica de la FHA.
La aparición de casos vuelve a recordar la importancia que la vacunación tiene en la comunidad de la zona endémica como herramienta para prevenir una enfermedad que sigue produciéndose, a causa de que el agente que la provoca está presente en la naturaleza, hecho que obliga a arbitrar las medidas que desde el punto de vista sanitario pueda dársele batalla.
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