En los últimos meses la ciudad de Colón vivió una serie de asaltos a mano armada. Los mismos se dividen en dos perfiles perfectamente identificados. En primer lugar están los robos calificados en viviendas con toma de rehenes. Recordar los hechos sufridos por las familias Bigatti, Bonello, García.
En estos casos debemos puntualizar que se tratarían de delincuentes profesionales y habituados a la tensión que produce ingresar a un domicilio y permanecer tres o cuatro horas en su interior.
Los delincuentes, saben manejar los “nervios” y el “tiempo”.
Además tuvieron una inteligencia previa mínima que les permitió tener datos. Uno de ellos nombraba a las víctimas por su nombre de pila.
Por otro lado, sabemos que el “loco de la escopeta” que asaltó a un kiosco en 45 y 12, un almacén en calle 49 entre 11 y 12, y el sereno de la Estación de Servicio Rhasa, habría sido atrapado en la localidad de Salto, luego de protagonizar un confuso episodio. Sería un menor de 17 años que era traído a nuestra ciudad ¿Por un mayor? Y una vez en nuestro casco urbano realizaba los asaltos, para luego retirarse a su localidad de origen.
En el segundo perfil, existen los asaltos a comercios de la ciudad. En este caso los últimos se realizaron en Supermercado “Cinco Estrellas”, Autoservicios “Don Emilio”, y “Avenida”, Marmolería “Villamayor”; Almacén “Las Lilas”, Supermercado “JM” de Ariel Artigau; asalto a familia de las 286 viviendas –entre otros-. En estos casos la mano de obra utilizada es colonense. Sin embargo, existe un mismo patrón en la mayoría de los ilícitos. Los mismos se realizaron los viernes y los protagonistas estaban sumamente nerviosos “Como drogados o estimulados”.
También existen los delitos de hurto y robo de bicicletas y ciclomotores. En este tipo de hechos actuarían menores que “levantarían” el rodado y luego los entregarían a los reducidores a cambio de 20 0 30 pesos. El paso posterior es el ingreso a la cadena de comercialización del producto del ilícito. Por último, el robo de stereos en autos comenzó a crecer y en las próximas semanas seguramente seguirá en expansión.
El perfil
Por estos tiempos nadie puede negar que cuando un joven comete este tipo de delito y es atrapado por la Justicia, muestra rápidamente signos de su adicción a las drogas. La mayoría de los delitos cometidos en nuestra ciudad tiene un sustento irrefutable en sus actores: el consumo de estupefacientes: cocaína, marihuana ¿Paco?.
Una parte de los consumidores necesita delinquir para comprar alcohol y drogas, pero una gran mayoría tiene dinero que les entregan sus padres. Un conocedor de cómo funcionan algunas sustancias prohibidas nos dijo: El perfil de algunas drogas consumidas en nuestra ciudad está cambiando.
Los chicos se estarían volcando por sustancias que les permite tener energía y mantenerse despierto los fines de semana. “Para corroborar lo dicho, hay que fijarse la cantidad de agua mineral que se consume en lugares de expansión nocturna. En cualquier momento tendremos una desgracia, que nos pondrá de cara con la realidad que existe y que tratamos de ignorar”.
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