(DIB)Através de la Agencia de Recaudación de Buenos Aires (ARBA), la administración de Daniel Scioli, pretende reclamarles a distintas entidades bancarias por ítems no alcanzados en operaciones que eluden ser gravadas por la Provincia, porque aparecen como hechas en las direcciones de las casas centrales de Capital Federal.
De esa forma, los bancos no pagan el impuesto a los sellos ni la diferencia entre el impuesto sobre los ingresos brutos, que tiene una alícuota mayor en territorio bonaerense.
ARBA podría recuperar por esta vía unos 500 millones de pesos en forma retroactiva y consolidar en lo sucesivo un ingreso anual de 100 millones.
Entre los bancos que Mon- toya intimará, figuran uno de capitales españoles, con una deuda calculada en 123 millones de pesos; otro de origen norteamericano, que debería 39 millones de pesos, y un tercero, argentino, por 61 millones de pesos.
Por otra parte, el Gobierno le apunta a la deuda que el campo tiene con el fisco, que, ronda los 330 millones de pesos y para lo cual esta semana sumará, a las 80 mil inti- maciones enviadas hace un mes, otras 15 mil. Como se sabe, luego de los últimos operativos de la ARBA, se detectó que más de 10 mil silos cerealeros, con una capacidad de almacenaje por un valor que ronda los 500 millones de pesos, no están declarados en la provincia de Buenos Aires.
Impuesto a los sellos
Además, el 75 por ciento de los contratos de arrendamiento no paga el impuesto de Sellos y sólo el 18 por ciento de las hectáreas sembradas con soja en el país se realiza con el uso de semilla fiscalizada.
“Hace 4 años que estamos con estos operativos. Ya hemos detectado 330 millones, 100 millones sería la deuda que está revelada”, informó Santiago Montoya. Y destacó que lo importante “es que se tome conciencia y aprovechemos el crecimiento económico para distribuir la riqueza”.
Según explicó el jefe de los recaudadores, hay varios mecanismos de evasión. Uno es que cuando se tiene una propiedad rural y se pueden hacer mejoras.
“Los silos entran en la categoría de mejoras, aumenta la valuación de la propiedad y los impuestos.
Hay un sistema de declaración jurada en el que el propietario tiene que declarar dos cosas: la distancia desde el campo hacia la principal ruta asfaltada. Si declaro que mi campo está lejos de la ruta, mi campo vale menos.
Lo que se hace es mentir y decir ‘mi campo está a 20 Km. de la salida asfaltada, pero en realidad está a 3 ó 4 kilómetros’”, explicó.
La otra situación es la de declarar inconvenientes con el suelo. “Se declara que el suelo tiene altos componentes de salitre o se declara que el campo es inundable”, concluyó
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