Con esta evolución, no hay ni atisbos de solución a la vista. Cualquier reclamo tiene valor cuando no se pierde el eje del dialogo y el respeto. Sin embargo, los reiterados episodios de intolerancia han motivado que esto se torne una lucha que pone en peligro el bienestar de los argentinos.
El sábado, en horas posteriores a los hechos ocurridos en Gualeguaychú (Entre Ríos), el funcionario municipal Raúl Casi se acercó a la intersección de las rutas 8 y 50 para conocer la situación de los manifestantes denominados Productores Autoconvocados, allí fue duramente insultado y amenazado por algunos de los que protagonizaban el protesta.
Sin embargo, estos sucesos de intolerancia y falta de respeto se propagaron el lunes por la noche, cuando manifestantes que circulaban por la ciudad en sus vehículos y protagonizaban una marcha contra las políticas agropecuarias del Gobierno Nacional, se detuvieron en un local comercial al divisar la presencia del intendente municipal, Dr. Ricardo Casi, a quien insultaron y agraviaron durante casi una hora, desagradable momento que se repitió a los pocos minutos, cuando procedieron de la misma manera pero en el frente de la casa del mandatario local, aunque aquí también fueron foco de los agravios sus familiares. Esta actitud anti-democrática merece nuestro más absoluto repudio, no solo porque fueron denostadas dos personas que siempre promovieron el diálogo en busca de una solución al conflicto del campo, sino porque cualquier actitud de intolerancia de este tipo merece el mayor de los rechazos en nombre de las libertades individuales y colectivas de todos los que integramos la Patria.. BLOQUE DE CONCEJALES DEL FRENTE PARA LA VICTORIA
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