Luego de superar una experiencia de cáncer fue designada en Catamarca ocupando allí el cargo de rectora del colegio Nuestra Señora del Carmen y San José, institución a la que acudía María Soledad Morales quien perdió la vida. Fue a partir de este caso que Pelloni comenzó su tarea de defensa de la vida y lo hizo a través de opiniones valientes en temas controvertidos.
Como fruto de su accionar, se fundó en septiembre de 2006 la Ratt (Red Nacional de Alta al Tráfico y a la Trata de explotación sexual de niños y adolescentes). Dicha entidad se articula con los tres poderes ejecutivos (nacional, provinciales y municipales), a fin de lograr mayor eficacia en la lucha contra este tipo de flagelos. “Si hay algo que caracteriza a la hermana es la perseverancia y la fortaleza en la prosecución de las sendas trazadas por su propia conciencia, a pesar de las dificultades que traen aparejados cada uno de los proyectos.
Su vida es anuncio y denuncia a la vez”, expresó el presbítero. Acompañada por el obispo Héctor Cardelli y los sacerdotes Miguel Nadur y Denis Fitzpatrick, la hermana en el comienzo de su alocución y haciendo referencia al inicio de su lucha desde el caso María Soledad manifestó: “A partir de ese momento no paré porque la realidad me lo impone, porque los medios me llevaron a la vida pública y porque no puedo callarme ante tantos casos que se presentan, además todos somos conscientes de que nos estamos deshumanizando y por eso tenemos que hacer valer un compromiso personal, comunitario y colectivo para tratar de instaurar ciertos valores”.
En este sentido, Pelloni atribuyó la culpa de la crisis al capitalismo neoliberal que como ideología y sistema de vida, instaló el consumismo de varios antivalores. Dando inicio al tema principal de la charla la monja manifestó que lo que está sucediendo con el género femenino es catastrófico. “El problema tiene su origen en la ideología del machismo, donde al hombre se lo ha educado en que tiene que usar a la mujer y que debe fortalecer su virilidad y sexualidad haciendo uso de ella en los prostíbulos.
Nosotros cuestionamos esto porque la prostitución no dignifica a nadie”, expresó a la vez que manifestó que, según un estudio realizado por un grupo de psicólogas, el placer del varón en el comercio de la sexualidad no está solamente en el disfrute que esto le pueda aportar sino que se aloja en el goce que deriva del poder del hombre al pagar por los servicios que desea recibir.
Esta problemática propicia el surgimiento de la trata y el tráfico que adquieren distintos significados ya que la trata es el reclutamiento de personas para distintos fines (sexual o laboral) que se desarrolla dentro del propio país. En cambio el tráfico es cuando interviene el traslado a otro lugar. Es fundamental hacer hincapié en la relación que se mantiene entre ambas cuestiones y la pedofilia cuya organización central se concentra en grupos de jueces y abogados.
Las mafias de este tipo de explotaciones son organizadas y no pueden actuar solas por eso tiene zonas liberadas para ejercer estas calamidades, además cuentan con cierta metodología que les permite llegar a la vulnerabilidad porque, según ellos, la pobreza no tiene valor por el contrario hay que consumirla y explotarla.
Todo este desequilibrio se da por la corrupción institucionalizada en la justicia y en los gobiernos”, explicó la religiosa. Son muchos los testimonios de adolescentes que han podido escapar de las redes de prostitución, ellas son testimonios vivos de los flagelos de esta índole. A fin de explicar cuál es el sistema utilizado por los captores en la provincia de Corrientes Pelloni enfatizó: “Las adolescentes van a los bares, por ley tienen prohibida la consumición de bebidas alcohólicas pero en algunos sitios les propician ya que esta es la señal para que la policía caiga de sorpresa y los detenga con el argumento de que los han encontrado bebiendo.
Después dejan en libertad a los varones y retienen a las chicas que les sirven. Este modo de actuar lo hacen habitualmente porque el reclutamiento no es permanente, es de diez días. A las chicas las hospedan en hoteles muy pequeños, durante el día están encerradas y custodiadas por una mujer y a la noche las arreglan para que vayan a trabajar.
Las madres desesperadas hacen la denuncia en los destacamentos policiales, al cabo de unos días los efectivos de seguridad les avisan a sus tutores que encontraron a la niña perdida y las devuelven previa revisación a la que la madre no puede acceder.
Así los efectivos han trabajado durante muchos años recién ahora lo hemos descubierto”. Con dicha narración la religiosa ha dejado en claro que la justicia es cómplice de las atrocidades que cotidianamente se conocen.
Para paliar estas situaciones la hermana sugiere la movilización de la sociedad y el compromiso comunitario. “La única solución que hay es la creación del poder social, tenemos que construirlo para incidir en las políticas públicas. Cuando hablamos de construcción social hablamos de grupos de voluntarios profesionales, equipos interdisciplinarios que ejecuten investigaciones”, resaltó la monja.
Además comunicó en la labor que se concreta en la capacitación de dos días que ella brinda en compañía de profesionales. Luego de realizado el curso se arman foros sociales donde a cada uno de los integrantes se le da las herramientas para trabajar en la prevención. Esto se hace en conjunto con las organizaciones de la sociedad civil y con el gobierno local.
En la finalización de su discurso la visitante remarcó que en el presente hay dos generaciones de gente adulta que debería ser reeducada ya que no poseen la capacidad de poner límites a sus hijos. En torno a la enseñanza que corresponde aplicar y a modo de consejo Pelloni exteriorizó: “Hay que instruir a los niños en valores pero esto es posible si se ponen límites desde pequeños por eso hay que ayudarlos a descubrir cada uno de los valores para que puedan internalizarlos y sepan construir de este modo la propia identidad”. (La Opinión)
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