Si miramos a los radichetas primero pusieron un médico generalista como presidente para ver si podía curarlos del achaque que sufre el partido, luego eligieron un medico cardiólogo porque se dieron cuenta que la enfermedad provenía del corazón y ahora ponen un bailarín de tango.
Parece que al rey del dos por cuatro lo quieren tener para multiplicar los votos el día de la elección. En tanto los peronchos parece que no quieren seguir los preceptos del General que era el primer trabajador. Les cuesta mucho cortar el pasto de la sede de calle 51.
Por otra parte, los amiceños siguen con el asunto del campo. Según una análisis secreto que circula entre sus afiliados la culpa del actual conflicto la tuvo el descubridor de América que no dio las tierras en aparcería a los indios.
Por último, los pinguinos están proyectando un asado donde van a invitar a comer a un productor de Sarasa y otro de Hughes. Es que Pito se toma vacaciones y no quiere dejar grandes rencores contra su sucesor, aunque sea por pocas semanas.
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