Respecto a esto, desde la Federación de Industriales Panaderos de la provincia Buenos Aires, Emilio Majori explicó que: “El Gobierno nacional, a través de la Secretaría de Comercio, subvenciona a los molineros para que la bolsa de 50 kilos de harina se mantenga a un precio de 46 pesos.
Según los dueños de los molinos se les debe el dinero de estas subvenciones desde diciembre de 2007, lo que hace que no puedan mantener los precios fijados, porque significaría trabajar a pérdida.”
Esto hace que las bolsas que deberían pagarse a 46 pesos, se comercialicen en el mercado negro a precios que oscilan entre los 65 y los 80 pesos.
Por otra parte, la medida de fuerza del sector agropecuario está provocando inflación, ya que al impedir el transporte de granos, se producen aumentos de precios en las harinas y en los productos panificados. Esto, sumado al retraso del pago de subvenciones está poniendo en jaque a los molinos harineros y en consecuencia, a los panaderos.
Hay 30 mil panaderías en nuestro país y 12 mil de ellas funcionan en territorio bonaerense, por lo tanto la crisis que atraviesa el sector golpea con mucha fuerza en la provincia de Buenos Aires. Según un estudio de la Federación Argentina de la Industria del Pan y Afines (Faipa), el 40 por ciento trabaja en la informalidad.
En relación a esto, Majori agregó que: “como en cualquier lugar del mundo, cuando se produce un desequilibrio comercial, ha surgido un mercado negro que se aprovecha del desabastecimiento. La situación es muy grave: se está trabajando al día por falta de stock y se pagan precios elevados por fuera del acuerdo oficial para poder mantener la producción habitual.”
|