Nuestro único juguete era la pelota y jugábamos ya sea con una de goma o de trapo en potreros que eran inmensos y ahora ya no se ven. Antes el sueño de llegar era mucho mas cristalino pero ahora prevalecen intermediarios, representantes que hacen que las cosas no sean tan simples. Lo fundamental es que el futbolista debe sentir amor y pasión”.
¿Qué hubiera sido de usted sino hubiera llegado a ser profesional? (risas) Yo cuando estaba en las inferiores de Arsenal y debuto en la Primera de ese club (Ndr: 1979), trabajaba en una mini-empresa que tenía mi hermano. Hacíamos trabajos metalúrgicos, todo lo que se refiere a galpones y estaciones de servicio. En esa época era la Primera B y recuerdo que mi primer partido fue un sábado y hasta el jueves trabajaba hasta las seis de la tarde, iba a entrenar y volvía a mi casa muy cansado. Por eso le digo que el esfuerzo fue muy grande…
O sea que tuvo una adolescencia dura… Totalmente. Fue muy dura. Éramos una familia muy numerosa, con muchos hermanos y un montón de necesidades. Muchas veces nos faltaron cosas pero mi madre fue la que mas esfuerzo hacía para que yo pueda llegar a ser algún día futbolista. Veía mis ganas y eso la motivaba más. Aunque hasta el día de hoy nada me resulta fácil.
¿Hoy el futbolista busca ser profesional solo para salvarse económicamente? (Piensa) Hay una parte económica que lleva a muchas cosas, más en este tiempo. Desde mi rol de entrenador les digo a mis dirigidos que si tienen responsabilidad aunque sea por tres años van a tener la posibilidad de jugar en algún otro lado ya que ahora hay mucha televisación de partidos y si uno es bueno lo vienen a buscar enseguida. Antes ir al exterior era una fuente de trabajo y también se pensaba en hacer la diferencia económica pero sin dudas que era mas difícil porque cuando a mi me tocó ir (Ndr: fue transferido al Nantes de Francia en 1985) permitían solo dos jugadores extranjeros y ahora por ejemplo el Inter de Italia tiene siete argentinos sin contar a los demás. Por eso ahora es mucho más fácil. Usted anotó el gol que le permitió a Argentina ganar el Mundial de 1986.¿Se siente reconocido hoy? Siempre fui una persona que no me preocupó ser mas o menos reconocido. Lo más halagador para uno es cuando se encuentra con padres en la calle que le dicen a sus hijos que yo tuve la fortuna de hacer ese gol. No hay mas reconfortante para uno que el padre le diga al hijo lo que hice. Igualmente el gol fue mío pero considero que también fue de todos porque fue un grupo que se mató y soportó muchas críticas tanto a los futbolistas como al cuerpo técnico.
¿Cómo era jugar al lado de Maradona? Alguna vez dije que era tan fácil como difícil. Fácil porque era capaz de hacer lo imposible y difícil porque de lo imposible que podía llegar a hacer te demandaba mucha concentración. Tanto es así que en la final a mi me da el pase estando de espaldas.
¿Qué pensó en el momento de anotar ese gol? Después de hacer el gol fui a arrodillarme y levanté los brazos. Le agradecí a Dios el momento que me estaba haciendo vivir que era lo que había soñado y me había esforzado para llegar a ese momento. También pensé en mi madre que hizo cosas imposibles para que yo pueda jugar al fútbol. En ese momento querés recordar cosas que son indescifrables.
A su madre le debe mucho… Sin dudas. Llegué a ser futbolista gracias a ella. Cuando nos faltaban cosas era ella la que sacaba uno o dos pesos para que yo pudiera ir a practicar. Veía que yo me entusiasmaba mucho y me esforzaba mucho. A veces les ocultaba a mis otros hermanos el dinero que me daba para que no se enojen con ella.
¿Extraña la etapa de jugador? Siempre he dicho que no es fácil de dejar de jugar pero a mi no me costó mucho. Era una desición que yo venía reflexionando. Fíjese que hice el curso de entrenador antes de terminar mi carrera. Las lesiones me fueron alejando también del fútbol pero por suerte al año de haber colgado los botines estaba dirigiendo Defensa y Justicia.
¿Qué estilo como entrenador tiene? El técnico es un reflejo de cómo uno era jugador. Por eso me defino como alguien que le gusta tener buenos equipos, que traten bien a la pelota ya que de esa forma van a tener mas chances de ganar. También mi equipo debe contar con un equilibrio, orden y disciplina para tratar de no jugar desesperadamente para ganar un partido o meterse adentro de su propio arco para defender el resultado.
¿Tiene ganas de dirigir de nuevo? Sí, a pesar de que me puse un tiempo para descansar después de estar siete años dirigiendo. El tiempo que me tomé ahora me permitió ver el fútbol de otro lado y por suerte junté mas ganas de dirigir.
* Periodista. Director Técnico Nacional.
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