En el barrio Rivadavia en la esquina de 46 y 27, encontró un grupo de vecinos con una torta en la mano que tenía más de treinta velitas y cantando el feliz cumpleaños. ¿Qué festejan? preguntó.
El más dicharachero contestó: “estamos emocionados, festejamos los 35 años del pozo…es parte de nuestras vidas. Nos fuimos acostumbrando de a poco. En los primeros tiempos lo puteamos, intentamos taparlo, pero resistió. Pasaron gobiernos radicales, peronistas y siempre estuvo ahí. Ahora le vamos a pedir a la Secretaria de Cultura que lo declare “patrimonio colonense”.
En estas tres décadas muchos funcionarios lo vinieron a conocer, lo observaron, lo midieron, le hablaron, lo acariciaron, lo relojearon y se fueron silbando bajito con las manos en el bolsillo.
Es un pozo monogamo muy prolífico, tuvo como trescientos hijos que se desparramaron por todo el barrio y se fueron para el 9 de Julio, Belgrano y Barracas.
Lo lindo que va a hacer cuando se junte con sus hijos, nietos y tataranietos, la verdad que estamos emocionados. Si hasta la Directora del Museo vino con una Polaroid y el último papel que había guardado de la gestión de Díaz para sacarle una foto e ingresarlo a la sala más representativa de la ciudad.
En estos tiempos el gobierno Municipal le da mucha pelota a la Cultura, si con la plata que se destina, dicen que no saben si van a comprar el libro “El Principito” o van a agregar un curso de cómo crear “palotes” en Bellas Artes.”
El “Pirincho” salió para el centro y encontró a un turista extranjero que decía “que bello…que bello, soy un estudioso en terremotos y nunca observe los resultados de un movimiento sísmico tan de cerca.
Cuantas calles con grietas que parecen precipicios y extensas rajaduras, esto debió ser causado por un terremoto grado 5 en la escala Ritcher, observe los pozos en la vereda…que bello que bello”.
Pero nuestro reportero, en tiempo de catástrofe salió por boulevard 50, y al llegar a la plaza San Martín se encontró con un grupo de Autoconvocados diciendo “nos acusan de golpistas, por eso ahora vamos a dar un golpe… pero en serio”.
El pirincho se asustó y exclamó ¡No cometan una locura…! A lo que le contestaron ¿Que locura? ¡Vamos a ir al edificio amarillo, y le vamos a tirar en los pasillos dos palas y una azada, en pocos minutos va a ver al Monje Rojo con su troupe circense disparando por calle 51 con rumbo desconocido, es la peor arma de exterminio que podemos usar!.
| 
