En un club de nuestra ciudad, se organizó una fiesta con jóvenes. La policía se oponía fuertemente, (entre otras cosas por instalación eléctrica deficiente) no se sabe porque la fiesta se realizó. Había alcohol y los participantes eran adolescentes.
Las versiones indican que las fiestas con adolescentes se realizan en diferentes sitios incluso en lugares privados, se pagaría una entrada y se tiene canilla libre de bebidas alcohólicas. El resultado, a corto, mediano y largo plazo para algunos chicos es desastroso. (adicciones al alcohol, drogas etc).
Un proyecto interesante
En Rojas el concejal de la UCR, Sergio Bocanera, presentó un proyecto para que el Municipio intervenga en resguardo de la integridad de los adolescentes en las denominadas “fiestas privadas.
El concejal describe la problemática destacando que “Desde hace un tiempo se ha tomado como hábito la realización de bailes denominados “fiestas privadas” que se realizan en distintos salones de fiestas.
La convocatoria está destinada a adolescentes en su mayoría, cobrando una entrada de entre $ 10 y $15, ofertando como atractivo el poder consumir alcohol sin límite, “canilla libre”.
Generalmente se desconocen los organizadores o responsables de estos eventos, quienes utilizan como vendedores a alumnos que promocionan el acontecimiento y venden entradas en sus colegios a chicos de entre 14 a 17 años.
El acceso ilimitado al alcohol, y la natural ansiedad de explorar distintas vivencias, hace que un adolescente no pueda controlar sus impulsos y termine una noche que debería haber sido de “fiesta”, totalmente alcoholizado, generando en cada adolescente una reacción distinta.
En algunos casos se manifiesta con actitudes violentas, hacia otros chicos, daños a la propiedad en las inmediaciones de la fiesta, además de producirse un daño en la salud. Esto ha acontecido en casi la totalidad de las fiestas que se han organizado. Incluso con la actuación de la policía para aplacar los disturbios generados.
Cabe destacar que los organizadores de estas “fiestas” y propietarios de salones donde se desarrollan, están incumpliendo con Ordenanzas y Leyes provinciales, que establecen que no puede venderse alcohol a menores, y los propietarios de los Salones de Fiestas y/o clubes se encuentran obligados a notificar de las reuniones que allí se realicen, a la Municipalidad.
Cuando el establecimiento sea contratado para la realización de espectáculos o reuniones organizados por alumnos o grupos juveniles, se deberán especificar datos de un adulto responsable.
El Municipio debe abordar esta problemática, no solamente haciendo cumplir las normas dictadas por sí; sino a través de políticas específicas para que los adolescentes puedan divertirse en lugares donde su salud no esté en riesgo.
La Dirección de Juventud, Estamento Municipal creado para abordar la problemática de este sector debe ocuparse de inmediato, articulando con Centro de Estudiantes, organizaciones juveniles religiosas, y cualquier otra forma de participación institucional de los jóvenes” remarcó Bocanera
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