El bar no solo era lugar donde se tomaba un café, se pedía una minuta y se charlaba sobre fútbol, automovilismo o mujeres. En el comercio recibían cocaína, se la cortaba con maizena o tiza (la droga era de muy baja calidad), pesaba el estupefaciente y preparaba las bochitas.
A esa oficina habría llegado el dealers de Colón con el objetivo de adquirir la mercancía y revenderla a los consumidores en nuestra ciudad. Colón Doce no pudo tener acceso al expediente judicial por estar bajo secreto de sumario. Sin embargo supo que las personas fueron detenidas en Rosario el 9 de abril, el viernes 11 de abril se le habría tomado declaración a los aprehendidos y el 24 de abril vence el plazo para que el Juez Angelini, dicte la libertad o la prisión preventiva de los detenidos. La causa judicial es llevada por la Secretaría de la Dra. Raquel Borrico.
En Rosario el procedimiento policial con orden judicial buscaba a un peligroso malviviente evadido de presidio santafesino y se encontró con lo inesperado. En la “cocina” del comercio estaban preparadas más de trescientas bolsitas de cocaína listas para ser comercializadas. Seguramente esperaban a tres revendedores. El bolso contenía tres bolsas de poplipropileno color negro, y allí en su interior las pequeñas “bochitas” de cocaína. Los policías al buscar entre los muebles y freezer, hallaron tres armas de fuego.
Una vez que la justicia rosarina tomó declaración al que parecía ser el jefe del aguantadero y por la documentación que habría sido hallada en la requisa, se habría podido precisar que las redes del narcotráfico se extendían hacía el sur santa- fesino y norte bonaerense.
Tentáculos
Los tentáculos llegaban hasta Venado Tuerto y Colón. En forma inmediata el magistrado federal habría librado un oficio. El viernes a las ocho de la mañana se pudo observar en nuestra ciudad, personal de narcotráfico preparándose para ir en busca de acción. Poco después se allanó un domicilio en la ciudad, aunque no se habría encontrado estupefacientes. En Venado Tuerto el allanamiento habría arrojado resultado positivo.
Un negocio que crece
En las últimas ediciones venimos afirmando sobre una posible conexión existente entre las ciudades de Rosario-Venado Tuerto y Colón, con el objetivo de venta de drogas de baja calidad. El bar en Rosario recibe la droga con cortes y a su vez ese centro la rebaja con tiza y maizena, para obtener mayores ganancias.
“El Triángulo de oro” para la comercialización de la cocaína parece extenderse en las localidades pequeñas del sur santafesino y norte bonaerense. Las redes se conforman rápidamente. Los ejemplos son incontables. En los últimos tiempos hubo jóvenes colonenses detenidos en Venado Tuerto, portando cocaína en cantidades que determinan su propiedad para la venta.
Se recuerda una ocasión donde la cantidad de marihuana servía para armar alrededor de 2.100 cigarrillos de los denominados porros. El joven fue dejado en libertad, pero bajo severas normas de control, entre los que se encontraba la realización de análisis para determinar los restos de drogas en orina.
También los policías de la Subcomisaria Vial, hallaron varias veces cocaína en procedimientos selectivos en autos que pasan por la Ruta 8 desde Santa Fe. Se recuerda el caso emblemático del «Pampeano» Ríos que tenía el currículum judicial por haber comercializado estupefacientes en Venado Tuerto, Rufino y Colón.
Las ciudades involucradas son límites de “fronteras” y un dato no menor sería que podría estar “enganchado” al sistema delictivo una banda más sofisticada a la comercialización de autos robados y la trata de blancas.
Por otro lado, en ciudades pequeñas como la nuestra, existiría el cambio de pertenecías robadas en la ciudad (herramientas, partes de ciclomotores, stereos) por cocaína y marihuana.
El consumo de droga estaría directamente relacionado con la cantidad de delitos ocurridos en Colón.
El comienzo
Los policías santafesinos entraron al bar “ Sabor Latino” que se encuentra en Presidente Perón al 3100. El procedimiento se llevó adelante buscando a un peligroso delincuente que se había fugado de la cárcel.
El acta de procedimiento policial indica que en el bar se secuestraron, 360 bochitas de cocaína, dos autos –un Renault 12, un Ford Falcon- y dos armas de fuego (una pistola calibre 22 y una calibre 45) y una escopeta de caño recortado ( especial para ser usada en espacios reducidos y con mucho poder de volteo)
Los policías en el “Sabor Latino” detuvieron a seis personas que se encontraban en su interior –dos de ellos con pedido de captura-.
La información indica que el jefe de la organización sería Osvaldo Córtez, (28)( estaba fugitivo), secundado por Cristián Batalla, (31)( estaba fugitivo); ( Mario D.L). (26); Daniel C (31) Mauricio O.(23); Luciano N.(28) y Juan R. (23).
El procedimiento tuvo ribetes dramáticos. Los policías de civil detectaron a un prófugo en la calle que escapó e ingresó al bar. Sus cómplices intentaron resistir. Se escucharon estampidos de armas, hasta que se rindieron luego de que un cómplice con una escopeta recortada fue reducido por los agentes po- liciales. En el bar se encontró una pistola 9 milímetros en el interior de un freezer, y las bochas de cocaína se hallaron en un bolso color negro.
El Juzgado Federal Nº3 del Dr. Felix Angelini caratulo la causa por infracción a la ley de estupefacientes. En las declaraciones uno de los detenidos habría dicho que habría vendido droga (cocaína) a una persona con domicilio en nuestra ciudad y que parte del cargamento hallado tenía similar destino.
También habló de una conexión con traficantes de Venado Tuerto.
El viernes se realizaron los operativos. Sin embargo y -no se sabe porque- el de Colón resultó negativo.
Red extensa
Por otro lado, y bajo la orden del magistrado Felix Roberto Angelini se realizó otro operativo que podría estar conectado al primero. El mismo se realizó en Villa Gobernador Gálvez y se secuestró tres kilos de cocaína, se detuvo a una docena de personas y se secuestró numerosa documentación. Una hipótesis indica que el lugar donde se podría haber proveído al bar sería desde esta ciudad, y desde Rosario, con la droga ya cortaba se distribuía a ciudades del interior de Santa Fe y Buenos Aires.
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