"Hace rato que la escuela tiene planes de convivencia donde la violencia se convirtió en punto de reflexión, pero no alcanza", expresó con preocupación la psicóloga social Liliana Guido y agregó que "cuando el chico manifiesta la violencia en la escuela está pidiendo ayuda: es la culminación de una serie de situaciones que llevaron a la desesperación".
Cinco resonantes casos volvieron a poner en escena a la violencia en los colegios. El más trágico sucedió ayer en Misiones. Allí un adolescente de 15 años apuñaló a su compañero de 16, cerca de la Escuela Normal Superior Nº 9, en la ciudad de Wanda. Según testigos habrían discutido por una chica. El agresor fue capturado por la Policía y trasladado a la Alcaldía de Menores de Eldorado.
El jueves de la semana pasada un hecho similar ocurrió en la localidad bonaerense de Villa Gesell, cuando un alumno de 17 mató a puñaladas a otro de 18 en medio de una clase, de un Bachillerato de Adultos.
Otros dos hechos son escalofriantes: uno ocurrió en el partido bonaerense de San Isidro. El lunes cerca de la Escuela Nº 1 Cosme Beccar, una chica de 13 años fue agredida a golpes y patadas por dos compañeras porque "era linda", mientras que otros estudiantes filmaban el ataque. La niña tuvo que ser intervenida por fractura de tabique nasal y su pronóstico era reservado.
El otro ataque sucedió en la provincia de Santa Fe. Una alumna de 12 años fue agredida hoy por una compañera que le produjo cortes en la cara con una trincheta. El hecho ocurrió a la salida de la Escuela Nº 1234 Profesor Luis Ravera.
Para Guido, "el mundo en el que vivimos, hiper individualista y consumista, ha generado una gran frustración: y ésta es la que provoca la violencia. No podemos ver al otro como un sujeto de derecho sino como un obstáculo", sin embargo, aclara que "nada justifica la violencia".
En la ciudad de Mar del Plata ayer un alumno agredió a patadas a la directora del Instituto Julio Cortázar, porque le llamó la atención. El agresor, identificado como 'Jeremías', de 16 años, cursa el segundo año. Le pegó a la directora un fuerte puntapiés luego que ésta le aplicara una sanción disciplinaria por problemas de conducta y después abandonó el colegio lanzando amenazas contra su víctima.
También en Misiones, en Leandro N. Alem, una estudiante terciaria de 28 años fue detenida ayer luego de amenazar con un arma de fuego a una compañera, de 29, con quien discutió por un pupitre, cuando se encontraban en el Colegio Juan Bautista Alberdi.
CÓMO SE FRENA
La controversia aparece cuando surge la pregunta de cómo se frena esta violencia en el sistema educativo. Y los puntos de vista son a veces opuestos, como los manifestados por los ministros de Educación de provincia y Nación, respectivamente, en referencia al caso sucedido en la ciudad de La Plata el martes, donde un alumno de 12 años atacó a patadas y golpes a una docente a la salida de la Escuela de Educación Secundaria N° 3.
El ministro bonaerense Mario Oporto, había pedido "una severa sanción", que podría incluir "el cambio de establecimiento". Sin embargo, autoridades del colegio decidieron suspender al adolescente tres días, aunque desde la Dirección de Cultura y Educación decidieron además el cambio de turno.
El ministro de Educación nacional, Carlos Tedesco, respaldó la suspensión. "Si lo expulso pierdo la oportunidad de seguir educándolo", explicó el funcionario. El ministro dijo que "reflexionar" es "lo mejor que la escuela puede hacer desde el punto de vista de la pedagogía, de la sociedad que se quiere construir en base a la justicia".
A ese mismo punto hace referencia la psicóloga Guido: "Habría que parar por un mes las clases para reflexionar sobre cómo juega el hecho de la discriminación, el abuso, la burla, los pactos perversos, donde los chicos se sienten a veces atados de pies y manos porque no pueden expresar que son víctimas".
"Cuando más conflictos un chico evidencia en su casa, más posibilidades tiene su entorno de educarlo. A la familia y al entorno del chico les corresponde pacificar, hablar del otro hacia adentro y hacia fuera, es una tarea inclaudicable e impostergable. Y a la escuela exactamente igual, pero con más elementos a su alcance", explica Guido.
¿Cómo los padres pueden contener a un chico violento? "Tienen que ver a un profesional que les ayude a develar cómo y cuándo empezó esto. Y atender a que el castigo pone límites pero no resuelve, hay que instar a la reflexión", finalizó
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