Y de no llegar a ser futbolista ¿Qué hubiera sido?
Creo que hubiera sido quintero como lo fui en los primeros ocho años de mi vida cuando vivía en Córdoba. Mis padres tenían tierras y las trabajábamos juntos.
¿Fue dura su infancia?
No. Recuerdo que mis padres junto a otro grupo de parientes, armaron el club Las Palmas de Córdoba. Sin dudas era uno de los mejores lugares para hacer bailes. Entonces los días viernes y sábados se armaban lindos bailes, y eso nos hacía sentir muy bien.
Cambiaron muchos los tiempos…
Por supuesto porque ahora los clubes ya no tienen esa esencia de armar bailes como era antes, para recaudar plata u otro fin. Lamentablemente ha desaparecido todo eso.
En el fútbol de ahora ¿hay menos técnica?
Creo que no solo eso sino que hay muchas cosas por mejorar. Sucede que cuando usted mejoró un jugador de veinte años el club se lo vende, entonces tiene que empezar a trabajar a otro chico en su equipo para que le dé a usted las cosas que necesita.
¿Cómo se define como entrenador?
Más que entrenador soy un amigo del jugador. Busco de darle todo lo mejor como en una escuela. Trato de apoyarlo en todo y de que se sienta cómodo. Obvio que a veces agarran mi metodología y otras no, pero siempre mi objetivo es formarlos.
Entonces ¿el jugador nace o se hace?
Hay algunos que nacen porque hay padres que en su vida fueron gorilas y no agarraron la pelota pero sin embargo los hijos pudieron jugar, pero hay otros que no siendo jugadores de fútbol tienen a uno que juega a la pelota porque están todos los días con los chicos en el barrio pateando. Ahí es cuando los chicos adquieren una verdadera técnica.
¿Cuáles son los peligros que enfrenta hoy un futbolista?
Los peligros son muchos pero el principal es el de la droga. Usted sabe que si no es profesional puede caer más fácil en ese mundo porque el que es profesional tiene más controles aunque no significa que no se drogue.
Dirigió muchos equipos en su carrera…¿con cuál se queda?
Con todos lo que salí campeón, o sea River, Rosario Central y Ferro
¿Se siente reconocido con todos esos logros?
No se si me reconocen o no. Lo que si se es que toda la gente me saluda muy bien. La gente de River me hace sentir bien porque tengo muchos amigos jugando ahí y también en otros equipos.
¿Le gustaría dirigir ahora?
Sí, pero es muy difícil. Si a uno lo buscan a principio de año sería lo ideal para poder decirle a los dirigentes “acá falta esto y esto”. De esa forma se le daría al equipo un mejor rendimiento y se trabajaría cómodo. Peor hoy eso no sucede…
¿Se está trabajando bien en inferiores?
Lo mejor es intentar respetar las edades de los chicos y sus etapas. Hoy cuando son muy buenos ya están jugando a los diecisiete años en Primera División, y muchas veces no está preparado para enfrentar tantas presiones.
¿Qué estilo lo distinguía a usted como entrenador?
Siempre el que trata bien a la pelota. Si uno pisa la pelota y da un pase a la derecha tiene que haber uno que esté ahí. Todo eso lo hace los entrenamientos. ¿Cómo puede ser que usted lo haga en las prácticas y en el día del partido no le salga?.
¿Qué gesto técnico admira de un futbolista?
El que hace los goles queda en el recuerdo de la gente pero yo admiro como gesto el pase
¿Está trabajando en la actualidad?
No hago nada mas que caminar todas las mañanas una cierta cantidad de cuadras y mantener mi ritmo de vida lo mejor posible.
O sea que disfruta de su familia…
Sí, porque fueron muchos años en los cuales me perdí momentos importantes.
Por lo que dice no lo vamos a volver a ver dirigir…
Puede ser pero hay que analizar muchas cosas, como por ejemplo en respetar a uno. Hoy pierde tres partidos y el técnico se tiene que ir. Si me dan seis meses para desarrollar mi trabajo yo lo agarro.
* Periodista. *Técnico Nacional de Fútbol
Clubes en los que jugó:
Atlanta y Rosario Central. 138 partidos, 13 goles
Clubes en los que dirigió:
Rosario Central (1971-1973 a1975)
Kimberley de Mar del Plata (1979)
Ferro Carril Oeste (1979 a 1987)
River (1987 a 1988)
Gimnasia La Plata (1994 a 1999/ 2000-2001/ 2003)
Betis de España (1999-2000)
Unión de Santa Fé (2002)
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