El senador por la Coalición Cívica Gerardo Reverberi realizó un balance de la medida de fuerza después de haber estado presente el día miércoles en San Pedro, localidad bonaerense epicentro de una concentración multitudinaria de productores, de la cual participaron los principales referentes de las entidades agropecuarias.
“Hay que continuar… el campo hoy no tiene otra salida, porque si hoy retrocede no va a conseguir nada” aseguró el senador y productor agropecuario y describió puntualmente la situación del pequeño y mediano productor con respecto a las consecuencias que pueden ocasionarle las nuevas medidas económicas avaladas por el gobierno.
Con respecto a las repercusiones locales de las medidas de fuerza, el senador colonense aseguró “vemos que la dirigencia política de Colón, los que dicen que son la oposición, tampoco le ha dado el apoyo a este paro agropecuario. No vemos a la industria relacionada con el campo ni a los comercios que venden implementos agrícolas. No aparecen a dar el apoyo y se hace muy difícil sostener un paro durante 8 días o más desde un sólo sector.
He recorrido piquetes. Ayer estuve en San Nicolás, en Rancagua, en Pergamino y no vemos en Colón lo que ocurrió en esas localidades, donde se ha involucrado la familia. En los piquetes están las mujeres, los chicos. Eso le dá fuerza para continuar a los que están ahí. En Colón es distinto: se ven hombres que durante todo el día están en el piquete y a la noche muchos se van a dormir”.
En cuanto a las reacciones que provocó la protesta de los productores en muchos sectores de la sociedad local, Reverberi señaló “hace más de 25 años que ando en esto y creo que la sociedad siempre ve al productor agropecuario por los más grandes, no por los más chicos. En Colón, no ven un montón de pequeños productores que lo único que han podido hacer en estos 5 ó 7 años de bonanza es cambiar la camioneta y cancelar deudas con el banco. Ven sólo a tres grandes.
La mayoría somos todos productores chicos. La realidad está diciendo que estos pueblos se benefician y crecen con todos los pequeños y medianos productores no se van a beneficiar nunca con un gran productor, con los grupos económicos como Grobocopatel o los grandes establecimientos que hoy están manejando 10.000, 15.000 ó 20.000 hectáreas. Los pueblos crecen con los productores de 50 ó 100 hectáreas que son los que gastan lo que ganan en ellos y no se lo llevan como los grandes grupos económicos.
Según el legislador colonense, las consecuencias de las nuevas medidas para el pequeño productor ya comienzan a manifestarse en muchas cooperativas agrícolas bonaerenses y santafesinas.
“Los productores chicos que todavía están produciendo ya empiezan a tener problemas con algunos endeudamientos a la cooperativa: o no le van a poder pagar el fertilizante o las semillas de maíz que son caras. Por un lado el Estado dice que al campo le sobra la plata y por otro está demostrado que al productor chico no le pasa lo mismo que al grande, que seguro que no tiene deuda pero está perdiendo una gran posibilidad tal vez, de crecer mucho más. El productor grande tampoco es el mal de lo que está pasando. El problema es un gobierno que no reparte, no distribuye el dinero que toma de los productores para el resto de la sociedad”.
El senador Reverberi remarcó que debemos tener memoria y reseñó la situación del sector desde la recuperación de la democracia.
“En 1984, el Dr. Alfonsín reunió a 5000 productores en Casilda y dijo señores, ponemos los tractores en marcha, abrimos las tranqueras y nos ponemos a producir. Sin embargo termina su gobierno en una situación terrible y con el 45% de retenciones. La década del 90 fue la más nefasta de la historia de la República Argentina. Aparece Menem con la revolución productiva que terminó con 14 millones de hectáreas hipotecadas en el Banco Nación y con la desaparición de 110.000 productores chicos.
Después arrancamos con el gobierno de Kirchner y Duhalde que, con la devaluación parecían distintos. Pero ahora vienen por la renta de la tierra. Estos procesos de gobierno vienen al final por la tierra.
Primero fue con el sistema financiero, querían rematar. Después fue con este otro sistema, los grandes grupos que se quieren quedar con los campos. Hoy a un pequeño productor le conviene más alquilar el campo que producir. Pero cuando al productor chico el alquiler no le alcance, tendrá que terminar vendiendo el campo porque no va a tener los recursos necesarios como para volver a sembrar.
Lamentablemente yo no veo políticas ni nacionales ni provinciales para entrar a frenar esto. No quiero decir que los productores grandes no tienen que existir, pero tiene que haber un límite” concluyó el legislador
|