En matrimonio fue asaltado por tres encapuchados mientras dormían en su vivienda de calle 44 entre 19 y 20. Los ladrones de llevaron 3500 dólares, una escopeta, un celular, un revolver antiguo, todos los objetos de oro, incluyendo as alianzas del matrimonio, más todas las llaves de la casa.
Las víctimas son Luis Bigatti (70) y Alicia Aizpiri (68). Según se supo los delincuentes ingresaron a las tres de la mañana del lunes seguramente por la puerta principal y utilizando una ganzúa y sorprendieron al matrimonio durmiendo.
Luis Bigatti fue amenazado con un revolver y lo ataron a la cama matrimonial. En tanto, Alicia, una vez atada de las muñecas pasando los brazos por delante (le pidió que por atrás no la ataran porque había tenido una fisura en el brazo) fue obligada por los asaltantes a mostrar los ambientes de la casa y cada uno de los elementos. En un momento dado el que parecía ser el jefe le preguntó a la mujer ¿Cuándo llegaba el personal de servicio?
Tres horas de requisa
La requisa minuciosa duró más de tres horas. Los asaltantes revisaron todos los papeles y hasta se interesaron por la historia clínica que tenía una radiografía. El acento era neutro, y hablaban muy despacio y se dirigían a sus víctimas educadamente.
No tenían apuro y parecía muy seguros de que nadie los molestaría. Luego de más de tres horas se retiraron de la vivienda dejándolos atados en el interior del baño con los recortes de una sábana de seda, encapu- chados y con una estopa en la boca. Antes de retirarse pidieron los teléfonos de los familiares para llamar a uno de ellos y permitirles ser desatados.
Un aspecto importante en las tres horas de suplicio fue que los malvivientes tomaron gran cantidad de agua, signo inequívoco de que habrían usado estupefacientes -muy popular entre los jóvenes- para mantenerse despiertos. Los nudos que usaron para anular a las víctimas eran simples y utilizaron corbatas. También tenían mangas largas y usaban guantes para no dejar rastros.
El que parecía ser el jefe del grupo dijo que “se habían equivocado de casa”, eran de mediada edad y algo corpulentos.. La policía de investigación debería tener ya las identidades debido a que uno de ellos tenía un físico de características especiales y sus movimientos al caminar también eran especiales. No habría en nuestra región muchos delincuentes de este aspecto.
Por otro lado la frase final “perdón viejo nos equivocamos de lugar”, marcaría dos cosas, hubo un entregador que habría marcado la casa, y en la cuadra podría haber habido una importante operación agropecuaria efectuada la semana pasada por lo cual esa seria la vivienda donde debían haber entrado. Podría ser un hilo en la investigación y que la causa no quede impune.
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