El meteoro conmocionó a la población al caer un granizo continuo por más de 20 minutos con piedras del tamaño de una pelota de tenis. Las autoridades comunales evaluaron pérdidas por unos 30 millones de pesos en las cosechas.
“Nos tuvimos que refugiar dentro del negocio porque las piedras que caían tenían el tamaño de una pelotita de tenis y el viento era impresionante como soplaba. En 1985 hubo una tormenta similar que también provocó daños, pero duró menos tiempo”, dijo Enrique Balquinta, un empleado de la carnicería ubicada en Avenida Sarmiento al 500.
Destrozos. La tormenta generó serios destrozos tanto en el radio urbano como en el área rural y no pocos vecinos recordaron el fenómeno que azotó la región en noviembre del 2001, aunque el actual fue de menor magnitud.
El temporal provocó la voladura de techos y rompió vidrios en varias viviendas y edificios públicos. Además arrancó arboles, inclinó postes de teléfono y de luz y tumbó una antena de servicio de internet. También arrasó varias hectáreas de campo sembradas con soja y dejó las calles literalmente intransitables; tapadas de ramas y hojas.
Un operario que trabaja en una empresa de servicios del ferrocarril, resultó herido al ser alcanzado por un caño que se desprendió de un techo, aunque no sufrió mayores consecuencias. Luego del accidente fue trasladado a un hospital de Rosario donde lo atendieron y luego regresó a su hogar.
Sacrificio. Un caballo debió ser sacrificado por las serias quebraduras que presentaba cuando fue volteado por los golpes de la pedrada y luego aplastado por un árbol derribado por el fuerte viento. “Lo tuvimos que degollar porque lamentablemente no tenía posibilidades de seguir viviendo”, explicó un empleado comunal.
Ayer la localidad se recuperaba lentamente del golpe que recibió el jueves por la tarde cuando la tormenta no perdonó. Cerca de las 19 el cielo se cubrió de densos nubarrones que al cabo de segundos descargaron todo su furia contra esta población de 4 mil habitantes.
El granizo se precipitó en seco durante cinco minutos y luego se sumó una copiosa lluvia con fuertes ráfagas de viento. “El fenómeno habrá durado unos veinte minutos, pero pareció una eternidad”, coincidieron en señalar varios vecinos.
Sectores castigados. El sector del casco urbano más castigado fue el barrio Alto Verde donde se encuentran afincadas varias casas precarias y las viviendas del Fonavi, que sufrieron voladuras de techos y roturas de vidrios y membranas. Cerca de diez familias se autoevacuaron en casas de parientes y no fue necesario utilizar el centro de evacuados habilitado por la comuna en el Hogar de Ancianos.
La tormenta destruyó vidrios de la Casa de la Cultura, que funciona en un histórico edificio de 120 años y no menos impactante fue la imagen similar que mostraba el inmueble del museo ferroviario o inumurables techos de casas perforados por las piedras.
La comuna montó un operativo de emergencia junto a la cooperativa eléctrica, bomberos y colaboradores. Cerca de las 3 de la mañana de ayer se había logrado normalizar el servicio eléctrico y hasta las últimas horas de la tarde se realizaron tareas de limpieza para devolver al pueblo su fisonomía habitual
Por otro lado desde Santa Teresa tomaron contacto con el subsecretario de Defensa Civil de la provincia, Marcos Escajadillo, quien se puso a disposición de la comuna, pero para ese entonces los vecinos de Santa Teresa ya tenían la cobertura de la comuna para evacuaciones (La Capital)
|