Apriori parece que será apasionante, teniendo en cuenta la calidad de algunos planteles y que muchos equipos se han dado cuenta que con una buena campaña tienen la posibilidad de jugar la Copa Libertadores y/o Sudamericana. Además será importante para aquellos equipos que estén comprometidos con el promedio y saben que si no obtienen una buena cantidad de puntos jugarán promoción o se irán al descenso.
Será el torneo donde debuten técnicos en los dos clubes mas grandes de nuestro país como lo son Boca y River. Carlos Ischia contra todos los pronósticos se convirtió en capitán del barco xeneise, a pesar de haber obtenido un triunfo en un torneo cuando dirigió a Rosario Central. El plantel no ha sido desmantelado, manteniendo la base y sumando a su figura y jugador emblemático como es Juan Román Riquelme. Cuando él quiere juega y hace jugar a sus compañeros. Además en la defensa sumó a Julio Cáceres, que por lo demostrado en los dos superclásicos ordenó y fue voz de mando.
En la vereda de enfrente en el banco de los suplentes estará Diego Simeone, que se juega una parada brava, tras su polémica salida de Estudiantes de La Plata. Llega a un club con anemia de títulos como es River y sin demasiada paciencia de sus hinchas.
Intentó implementar un sistema de juego con tres defensores pero vio que no obtuvo resultados por eso revió su postura y adaptó el sistema a los jugadores.
Tiene un plantel rico en nombres y calidad. Se reforzó con Abreu, Gustavo Cabral y Rodrigo Archubi, por eso cuenta con la obligación de ser protagonista.
Por la gloria
Aunque el equipo que irá por toda la gloria es San Lorenzo de Almagro. En el año de su centenario, el técnico mas verborragico y quizás con mas carisma pidió que hagan un esfuerzo y que Diego Placente sea azulgrana. Primer deseo cumplido. Segundo deseo: Gonzalo Bergessio, cumplido. Como último y más difícil deseo quiso a Andrés D’alessandro y con ayuda de un grupo económico lo que parecía imposible se realizó. Ramón Diáz repatrió tres jugadores y dos de ellos identificados con River, ganándole otra batalla a José María Aguilar.
Los clubes de Avellaneda siempre navegan por mares donde los barcos nunca son protagonistas. Independiente comienza para ser campeón y termina siendo un equipo de mitad de tabla. Racing estará comprometido con el promedio. Para colmo de males también debuta como entrenador, Miguel Micó, que no tiene experiencia para afrontar situaciones adversas y está al frente de un plantel desmantelado y que no realizó incorporaciones.
El que mantuvo la base fue el campeón Lanús, aunque no tiene un plantel numeroso y su objetivo será la Copa Libertadores, al igual que Estudiantes de La Plata, que con Verón y su flamante técnico, Roberto Sensini, tratarán de renacer la mística copera de décadas anteriores.
No habrá que dejar de observar la lucha por no descender ni jugar promoción. Dos grandes del interior como Rosario Central y Newell´s están comprometidos y hasta la última fecha su futuro será incierto. La pelota comenzará a rodar de nuevo.
Millones de corazones a latir. Boca y River irán por todo ya que los últimos tres torneos fueron para Estudiantes, San Lorenzo y Lanús. Otros tratarán de sobrevivir. Ojala que las medidas de seguridad estén acordes al espectáculo y que el aumento del precio de las populares de 14 a 24 pesos traiga beneficios y no perjuicios.
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