La pirotecnia legal, y especialmente la ilegal, está compuesta por diversos tipos de explosivos, de mayor o menor potencia, pero todos ellos peligrosos.
Conjuntamente con los elementos de pirotecnia, ocasionalmente encontramos a aquellos que festejan disparando armas de fuego hacia cualquier parte en su afán de participar de la fiesta.
Los explosivos, en manos inexpertas o poco entrenadas, pueden causar distintos tipos de daños, en especial quemaduras de diversa magnitud, lesiones oculares y perdida de miembros, por ejemplo, un dedo o una mano, con secuelas permanentes.
Si a características habituales de los explosivos le sumamos ingesta copiosas acompañadas de abundante cantidad de bebidas alcohólicas por parte de adultos y la curiosidad natural de los niños, el resultado puede ser un accidente, con consecuencias físicas para alguna persona, sin contar las heridas de distinto tipo producidas en grescas entre vecinos o familiares o los accidentes en la vía pública.
Asimismo vemos lesiones oculares de jerarquía producto de traumatismos por corchos que salen despedidos con violencia de las botellas de bebidas espumantes, llegando en oportunidades a la pérdida del globo ocular.
Recomendamos evitar el uso de pirotecnia, y si se usa que sea contemplando medidas de seguridad, en especial con los niños.
Asimismo instamos a evitar el abuso de alcohol y otros tóxicos y a ser medidos en la ingesta de alimentos para no terminar el festejo, medicación y cirugías de por medio, en la Guardia del Hospital.
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