Personal premiado. Distinguidos invitados:
En el año 1891 un joven de 33 años, de nombre Juan Vucetich, empleado de esta Policía, elaboró el más perfecto sistema de identificación de personas a través de las impresiones dactilares, procedimiento de reconocido empleo universal que concurrió a sustituir la técnica de individualización antropométrica ideada por el ciudadano francés Bertillon.
Me parece oportuno citar este magno ejemplo, pues reconozco en los hombres y mujeres ataviados con el uniforme policial un enorme potencial humano que infatigablemente estará a disposición de todos los conciudadanos que habiten o transiten el primer estado Argentino, pues el 10 de diciembre hemos adquirido un compromiso, una obligación que inquebrantablemente debemos honrar
No es entonces casual que en esta histórica academia de Policía Juan Vucetich ponga en posesión de su cargo al Superintendente General de Policía Don Daniel Alejandro Salcedo.
Señor Gobernador uno de los instrumentos axiales para responder a la inseguridad, es sin duda el mejoramiento cualitativo de los cuadros, vamos a recibir y formar en esta escuela sólo a quienes tengan vocación policial, afianzados los valores morales y éticos e identificados por el sello de la disciplina y el profesionalismo, para resguardar a la comunidad. Para ello también ampliaremos y modernizaremos todos los institutos de formación policial.
En ese entendimiento la orientación impartida por el Señor Gobernador ha sido:
Primero:
La seguridad Urbana es una “Cuestión de Estado esencial”,
Segundo:
La protección de la vida de los habitantes de la provincia de Buenos Aires es la mayor prioridad y responsabilidad del Gobierno Provincial.
He estado al leal servicio de la Justicia durante 27 años, y una ley inamovible de mi conducta profesional ha sido siempre la de intensificar los esfuerzos; esa ley Señor Gobernador es la que va a tutelar mi misión ministerial.
Advierto a las bandas organizadas que comprendan que el tiempo del vandalismo debe terminar definitivamente en la Provincia de Buenos Aires, yo no he venido aquí a administrar gélidas estadísticas delictuales.
Las calles de la Provincia de Buenos Aires deben ser seguras. Nuestros hogares, nuestros campos y nuestros lugares de trabajo deben ser seguros.
No queremos más familias desmembradas por causa de muertes absurdas ocasionadas por delincuentes incorregibles.
Con tanto en juego, aquellos de nosotros que ejercemos cargos públicos tenemos el deber de hablar con franqueza: Por ello señalo que los problemas son profundos, complejos y no tienen respuestas simples.
Hemos elaborado un programa de seguridad, meticulosamente discernido y científicamente orientado, cuyos lineamientos son:
1. Mayor presencia policial preventiva.
2. Nuevas comisarías en función del mapa del delito.
3. Aumento de la dotación policial.
4. Jerarquización de la función policial.
5. Establecer – como lo dije- exigencias rigurosas de ingreso y de capacitación e instrucción policial. Se duplicará el tiempo de entrenamiento de los aspirantes a oficiales.
6. Eliminaremos funciones administrativas a cargo de cuadros policiales.
7. Mayor logística.
8. Mejoraremos la potencia de fuego de los cuadros policiales.
9. Incorporaremos más proactivamente a los ciudadanos en el diseño e implementación de las nuevas políticas de seguridad.
10. Un segmento prioritario de mi mandato será combatir la corrupción policial, aprovechamiento ilegal e individual que también es una forma de criminalidad. En ese rumbo también dispondré la intervención de la justicia en los casos de inconductas del tipo de las descriptas. Para ello cuanto con la participación de todos los cuadros policiales.
11. También beneficiaremos a las familias de los policías fallecidos o heridos en acto de servicio. Mejoraremos las remuneraciones. Mejoraremos el servicio médico policial.
12. Perfeccionaremos el sistema 911.
13. Reduciremos las condiciones de riesgo en los asentamientos urbanos que promueven la violencia y el delito.
14. Reforzaremos los controles en los límites provinciales.
15. Ampliaremos el compromiso estatal de protección de víctimas y testigos.
16. Sostendremos una agenda legislativa actualizada.
17. Estableceremos áreas de videovigilancia en zonas de alta conflictividad.
18. Aumentaremos la eficacia en la investigación de los delitos.
19. Implementaremos programas especiales para el tratamiento de las víctimas del delito.
20. Potenciaremos y aumentaremos las acciones de prevención del consumo de alcohol y de drogas en menores.
21. Vamos a perseguir con persistencia a quienes comercializan drogas.
22. Promoveremos programas que induzcan al respeto de la legalidad a través de la incorporación de los planes de estudio- de carácter obligatorio- en el ámbito educativo a nivel básico, medio y terciario.
23. Controlaremos el sistema de seguridad privada y los integraremos a los programas de protección urbana.
24. Ninguna violación a los derechos individuales será tolerada.
La delincuencia organizada representa un cáncer para la sociedad. Esa delincuencia se alimenta asimismo del narcotráfico, la venta ilegal de armas, el robo de automotores y el juego clandestino, que canaliza ganancias enormes que en gran medida se destinan al financiamiento de bandas. La delincuencia organizada engendra los denominados delitos callejeros (robos, secuestros express, etc).
Esa delincuencia va minando el respeto por la ley, vamos a responder enérgicamente a esa amenaza constante, en el marco de la legislación vigente, la constitución provincial, la constitución nacional y el cumplimiento de los pactos internacionales, también de abolengo constitucional.
En síntesis, tenemos un plan práctico, proactivo, con los pies en la tierra, que vamos a implementar en cooperación con el gobierno central.
Necesitamos eliminar los muros artificiales y la impropia desconfianza que existe entre la policía y la comunidad, debemos hacer realidad la tradición histórica de que la policía es la sociedad y la sociedad es la policía.
La comunidad tiene que tener la certeza no de que no se van a cometer más delitos, ello es imposible, sino de que la criminalidad estará sometida al control del Estado, mediante la averiguación de los delitos y la aprehensión de sus autores.
Señor Superintendente Daniel Salcedo, hoy asume usted la competencia de presidir las más encumbradas funciones policiales, en el epicentro de su acción, le ordeno cumpla y haga cumplir las premisas expuestas.
| 
