A través de un comunicado, mediante el cual se declararon "en estado de "alerta y movilización", los prestadores del servicio de alimentos para las escuelas del mayor distrito del país expresaron que "el sistema está colapsado.
No se puede alimentar a un niño con 0,18 centavos o un peso, y además soportar demoras en los pagos de hasta tres meses", sostuvieron.
"Tenemos que soportar irregularidades con el dinero que nos corresponde, y nos multan con intereses cuando no abonamos en tiempo y forma Ingresos Brutos o Ganancias", criticaron los proveedores.
Los prestadores se quejaron de la falta de actualización de las tarifas que perciben por prestar el servicio a las escuelas, cuando "la suba de precios han sido constantes en los últimos años".
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