Sin embargo no se pudo evitar un asalto porque nadie atendió el teléfono en la Estación de Policía de Colón.
Las películas de terror muestran una casa y a sus moradores. El viento acaricia los vidrios de la ventana dando al ambiente un singular ruido que espanta. El ladrón acecha. La heroína de la película intenta comunicarse con la policía. Los teléfonos fueron cortados por el malvado de turno.
La desesperación comienza. Finalmente el ladrón logra su fin y escapa. La escena podría ser de una película norteamericana y lejos está de convertirse en realidad, sobre todo en estos parajes colo- nenses donde nos conocemos todos y la seguridad debería ser una cosa de “humanos”.
En Colón existe seguimiento satelital de móviles poli- ciales, fiscalía descentralizada, móviles nuevos y bien cuidados, policías equipados, un buen sueldo –entre otras cosas-. Sin embargo en las dos últimas semanas ocurrieron hechos que nos hacen pensar ¿Dónde está la falla?.
El asalto a la heladería
Son las 23.15 hs del jueves pasado. Una suave brisa recorre la ciudad. A esa hora son pocos los colonenses que transitan por las calles céntricas. Un individuo joven delgado, morocho, ingresa muy nervioso a la heladería de calle 19 entre 44 y 45. Prácticamente desde la puerta pregunta cuanto cuesta un kilo de helado y se retira. La propietaria sale a la vereda y observa que el hipotético cliente se reúne con tres muchachos en la esquina de 45 y 19. La mujer sospecha que será asaltada, ingresa al comercio y llama al 101. Nadie contesta. Insiste y llama al 422222 y nadie contesta.
El corazón le late fuerte. La Estación de Policía Comunal parece vacía. Un miembro del grupo sospechoso ingresa al local y revolver en mano asalta a la mujer y a un parroquiano que estaba tomando un helado. El ladrón huye sin que nadie lo detenga. Si alguien hubiese contestado el pedido de auxilio en la Estación Comunal, tal vez se hubiera evitado un ilícito y además, se podría haber aprehendido a los sospechosos y secuestrar un arma de fuego, que en el futuro podría matar a una persona.
Asalto al proveedor de lácteos
El comerciante de lácteos de Bel Ville estaciona el camión en calle 52 entre 23 y 24. Se baja para saber que mercadería debía bajar. En el camión queda su hermano y un empleado.
Dos individuos a punta de pistolas los encañonan y bajo amenaza se llevan un maletín. Los ladrones huyen a pié y posiblemente estuviera esperando un auto con el que definitivamente ponen distancia.
Una mujer toma un celular y llama tres veces al 101 y tres veces al 422222. Los teléfonos dan ocupado. Los ladrones tienen quince minutos para poner distancia de las fuerzas de seguridad. El tiempo perdido jamás se podrá recuperar.
Sentido común
El sábado a la 11.15 hs de la mañana, había dos patrulleros custodiando a cincuenta feligreses que se dirigían a Lujan por Ruta Nacional 8. En la Estación de Policía a esa misma hora había estacionada tres patrulleros.
A esta altura nos preguntamos
¿ A Colón quien lo cuidaba? ¿Qué patrullero andaba por los barrios?.
¿La custodia de los peregrinos no se pudo hacer con un auto particular?.
Los delitos esclarecidos
En Colón a fines de este año pasaremos largamente los 1300 delitos denunciados. La pregunta es ¿Qué porcentaje de delitos esclarecidos existen?. ¿Qué organismo controla la eficiencia?.
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