El miércoles el Tribunal Nº1 no encontró me- rito en las pruebas presentadas por los fiscales y decidió absolver a dos de los policías acusados. Se trata de los suboficiales Duilio Eduardo Patrone y Juan Héctor Machuca. La Fiscalía de Juicio había pedido dos años de prisión e inhabilitación por el doble de tiempo por el delito de vejaciones -descartando la falsedad documental, que es ni más ni menos que una forma de apremios. Esa figura tiene una pena de 1 a 5 años y es excarcelable.
Retiraron acusación
En tanto el pasado jueves anterior la Fiscalía de Juicio desistió de acusar a cinco policías imputados de los delitos de falsedad documental, apremios ilegales y violación de los deberes de funcionario público, en la tercera jornada del juicio oral y público que se cumplió el último viernes. Los doctores Horacio Lasarte y Pablo Santamarina, representantes del Ministerio Público ante el Tribunal Criminal N° 1, sostuvieron que no existían elementos de cargo para acusar y pidieron la absolución del subcomisario Raúl Osvaldo Sánchez, el oficial inspector Miguel Angel Paolini, el sargento Eduardo Adrián Ojeda, el agente Mauro Aguilar y el capitán Roberto Oscar Silva. Posteriormente los magistrados Miguel Angel Gaspari, Danilo Cuesta y María Cristina Castagno dictaron la libre absolución de los cinco efectivos que en 2003 cumplían funciones en el Comando de Patrullas de Pergamino.
Las acusaciones
En septiembre de 2003, los policías habían sido imputados por la Unidad Funcional de Instrucción N° 2, a cargo de Juan Andrés Gracia.
La acusación a los siete policías era por los delitos de falsificación de instrumento público, apremios ilegales, falso testimonio y violación de los deberes de funcionario público, a partir de la investigación que llevó a cabo el fiscal Gracia
No obstante, luego el Juzgado de Garantías N° 2, por decisión de su ex titular Emil Jalil, cambió la calificación de apremios ilegales por los de tortura. No obstante y por iniciativa del abogado defensor de los policías, José María Belgrano, la Cámara de Apelaciones local revocó la figura de tortura -delito no excarcelable- y la modificó por apremios ilegales -excarcelable- volviendo la calificación inicial. Y también el Máximo Tribunal retiró la acusación de falso testimonio agravado.
El caso
Como se recordará los efectivos policiales habían sido denunciados ante el representante del Ministerio Público Fiscal por dos sujetos de Pergamino que estuvieron presos por una violación a un menor discapacitado y el otro por haber asaltado a una familia en un campo de General Rojo.
Los apellidos serían Capdevila y De Armas. En el Juicio Oral y Público ambos acu sadores se contradijeron y fue una de las causas por lo que los Fiscales en Juicio retiraron la acusación luego de un careo entre ambos.
El 22 de setiembre del 2003, ambos sujetos fueron detenidos en un sector del barrio Otero de Pergamino.
Según la denuncia, la detención se habría producido luego de un forcejeo en el que Capdevila perdió un diente producto de un golpe en su mandíbula.
Los detenidos fueron trasladados al Comando de Patrullas y habrían comenzado a recibir golpes y vejámenes.
Uno de ellos dijo haber sido pateado en el suelo mientras estaba esposado por la espalda. El Ministerio de Seguridad declaró prescindibles a los policías a partir de este veredicto judicial podrían iniciar acciones contra el Estado Provincial al perder su trabajo .
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