Según se supo, un cómplice del caco habría ingresado al comercio y preguntó el precio del kilo de helado y se retiró del lugar sumamente nervioso.
Poco después la dueña del local, Andrea Gonella, salió hacia la vereda y observó en la esquina a tres individuos sospechosos, entre los que se encontraba el que había ingresado hacia poco minutos.
Una fuente indicó que la mujer ingresó a la Heladería e intentó comunicarse con la Policía Comunal, llamando al 101 y al 422222, sin que nadie contestara.
Si se hubiera realizado la comunicación se podrían haber detenido a los malvivientes, incluso antes que realizaran el ilícito.
Poco después ingresó el asaltante y revolver en mano se llevó la recaudación de la jornada. Nuevamente los teléfonos policiales están en el tapete.
Hace pocos días cuando asaltaron a una distribuidora de lácteos de Bell Ville, las víctimas llamaron tres veces al 101 y tres veces al 422222 y los mismos estaban ocupados. Recordar que la policía llegó 15 minutos después.
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