El martes de la semana próxima en el Tribunal Nº 1 irán a juicio oral y público seis policías acusados de apremios ilegales –entre otras cosas-
La causa fue investiga por el Fiscal Juan Andrés Gracia, y en su momento produjo la detención de tres efectivos policiales pertenecientes al Comando de Patrulla de Pergamino, acusados por el fiscal de falsificación de instrumento público, apremios ilegales, falso testimonio y violación de los deberes de funcionario público.
El ahora ex juez de Garantías, Emil Jalil, cambió la figura de apremios ilegales por los de tortura, lo que agravó la situación. Los efectivos acusados fueron el oficial inspector Miguel Angel Paolini -jefe del servicio de calle del Comando de Patrulla- y los suboficiales Juan Machuca y Duilio Patrone, Eduardo Ojeda, Mauro Aguilar y Raúl Sanchez.
También cabe recordar que en su momento y en el marco de esta causa, el fiscal Juan Gracia denunció amenazas, las que recibió en forma telefónica en su domicilio. También habría recibido en un sobre un revolver y una bala diciéndole que se apartara de la causa judicial. La causa judicial
Los efectivos policiales habrían sido denunciados ante el representante del Ministerio Público Fiscal por dos sujetos de Pergamino que estuvieron presos por una violación a un menor discapacitado y el otro por haber asaltado a una familia en un campo de General Rojo. Los apellidos serían Capdevila y De Armas.
El 22 de setiembre del 2003, ambos sujetos fueron detenidos en un sector del barrio Otero de Pergamino. Los policías secuestraron una escopeta recortada con la cual los sujetos estarían planeando llevar a cabo un ilícito en un domicilio particular. En este detalle, los jueces deberán deslindar las responsabilidades de los policías. En el acta del procedimiento de detención figuran los nombres de los suboficiales Machuca y Patrone, y no está mencionado Paolini.
En el momento de la detención se habría producido un forcejeo en el que Capdevila perdió un diente producto de un golpe en su mandíbula. Los detenidos fueron trasladados al Comando de Patrulla, donde según su posterior denuncia, comenzaron a recibir golpes y vejámenes. Uno de ellos dijo haber sido pateado en el suelo mientras estaba esposado por la espalda. Después Capdevila adujo que fue separado por Paolini, que lo condujo hasta una oficina en la que -siempre según la denuncialo interrogó sobre su pasado como preso en San Nicolás.
Según consta en la causa, el oficial preguntó sobre los días de detención junto con dos delincuentes que habrían acusado a Paolini de partícipe de la denominada masacre de Villa Ramallo. ( ver edición anterior) No obstante, el muchacho dijo no saber de qué le hablaba.
Después de tres horas de detención los jóvenes fueron llevados a declarar ante el fiscal Gracia y allí denunciaron a los policías. Según Gracia, el forense Daniel Jaume realizó un informe en el que constató diversas lesiones en los aprehendidos.
En la causa también declararon, bajo reserva de identidad, dos policías que en un principio dijeron haber asistido a los malos tratos propinados por sus compañeros. Sin embargo se presentaron ante un instructor de la Fiscalía General y aseguraron que lo reflejado en el acta no era lo que ellos habían dicho y, en realidad, no habían visto nada de lo denunciado.
Sospechas
En aquella oportunidad las sospechas de amplias conexiones entre el mundo del delito y funcionarios judiciales sobrevolaron el caso. No habría que olvidarse que Paolini, con policías del Comando, había desbaratando una banda de piratas del asfalto por año, investigando de manera silenciosa y logrando resultados altamente positivos, que están a la vista de todos. La última de ellas fue el esclarecimiento y desbaratamiento de la banda con amplias conexiones en la región y Rosario.
En este sentido se verá si Paolini y los demás acusados hacen mención a una nota que habría sido dirigida a la Fiscalía General con conceptos contundentes y que involucraría a funcionarios judiciales en algún tipo de conexión con personas que habrían estado investigadas. Libertad
La defensa de los policías, el Dr. José María Belgrano en su momento logró que se revocará el cargo donde los uniformados estaban acusados de tortura (delito no excarcelable), pasando el cargo de apremios ilegales (delito excarcelable)y se eliminó la acusación de falso testimonio agravado. Los policías quedaron imputados en los delitos de falsedad documental, apremios ilegales y violación de los deberes de funcionario público.
Historia
El subcomisario Raúl O. Sánchez, el oficial inspector Miguel Angel Paolini, el sargento Eduardo Ojeda, los suboficiales Duilio Eduardo Patrone y Juan Héctor Machuca y el agente Mauro Aguilar, estuvieron presos durante unos 70 días. Ahora en Juicio Oral y Público serán absueltos o condenados por este delito.
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