“La idea es clara. Sumar para arriba, para Daniel y Cristina. No nos preocupa perder algún municipio, porque con el tiempo terminan acercándose al kirchnerismo”. La frase pertenece a uno de los estrategas de la campaña bonaerense del candidato oficialista, Daniel Scioli.
En las últimas elecciones de 2003, la mitad de los 134 intendentes ganadores respondían a los colores del presidente Néstor Kirchner, aunque muchos todavía lo miraban con cierto recelo. Sin embargo, la estrategia “K” apunta a que, en caso de ganar las elecciones (descansan en la tranquilidad que le dan las encuestas), para 2008 sean unos 100 los jefes comunales afines al gobierno nacional, sumando los propios, algunos vecinalistas, radicales K y otros que siguen en la UCR pero que no quieren saber nada con Roberto Lavagna ni con Elisa Carrió.
Para las elecciones del 28 de octubre el Frente para la Victoria no pudo acordar una lista única en 76 de los 134 distritos bonaerenses y por esa razón en algunos municipios compiten dos listas afines al oficialismo y en otros casos más de tres. De todos modos el fin es el mismo: cualquiera de esos aspirantes que obtenga la intendencia sumará votos a la fórmula de Daniel Scioli-Alberto Balestrini en la Provincia y Cristina Fernández-Julio Cobos en la Nación.
El riesgo, claro está, perder alguna comuna en manos de la oposición, ante la posibilidad de que se repartan los votos oficialistas. Sin embargo, no es algo que preocupe si es que también ese abanico de candidatos ayuda a sumar votos para tener una Legislatura “obediente”. Del total de distritos, el oficialismo presentó un único aspirante en 58, mientras que en 52 habrá dos boletas afines y en 24 tres o más; pero donde hay más de un aspirante ninguna de las boletas llevará el sello del FpV, debido a la advertencia de la Junta Electoral que consideró que la cantidad de fórmulas kirchneristas se aproximaba a una virtual Ley de Lemas.
MUCHAS DUDAS
El escenario es complicado en algunos distritos debido a que la apertura de colectoras suma votos hacia arriba, pero puede restar hacia abajo ante la diversidad de ofertas. En la Cuarta sección electoral, el sciolismo espera tener la mitad de los municipios “bajo control”, aunque el panorama no es nada fácil. En Pehuajó, por ejemplo, el actual intendente Juan Carlos Mascheroni no renueva mandato y el senador del FpV Julio Salemme, ex duhaldista y aliado desde hace tiempo al kirchnerismo, deberá enfrentarse a su ex aliado en el distrito: el concejal Pablo Zurro, también afín al Presidente. Aunque la dispersión de votos entre estos dos postulantes podría beneficiar al candidato de la UCR, Oscar Trapes. En otras comunas, donde las encuestas parecen marcar el camino de la derrota, la decisión fue no dividir los votos y dar pelea con “pesos pesados”.
En Bragado, el oficialismo con el senador Aldo San Pedro –uno de los primeros aliados en la provincia de Kirchner- pretende darle batalla a otro referente fuerte de la UCR como es Orlando Costa. En 9 de Julio y para enfrentar al radical Walter Battistella, el oficialismo bajo la candidatura de Oscar Ormaechea y postuló como único competidor a otro histórico: Jesús Blanco, elegido por primera vez allá por 1962. También dentro de la Cuarta, un duelo aparte será en Trenque Lauquen. Allí, el actual intendente de la UCR, Juan Carlos Font deberá competir con el mejor rival que pudo presentar el oficialismo: Jorge Barracchia, ex radical, arista y ahora kirchnerista y que estuvo en el poder de la ciudad durante 15 años.
AMISTADES
La estrategia de tener el 75 por ciento de los municipios afines a Scioli encuentra en los partidos del conurbano el camino allanado. Pero no solo allí. En la Segunda sección, al norte provincial, si bien no con colores propios, el gobierno nacional sabe que tiene muchos posibles intendentes “amigos”. Descartan que los radicales de San Pedro, Ramallo, Pergamino y San Antonio de Areco ganarán los comicios, y todos ellos están dentro del “universo K”. Sin embargo, uno de los distritos en donde el oficialismo no pudo acordar un candidato único es San Nicolás donde la puja es grande entre el actual intendente Marcelo Carignani (aliado del diputado nacional José María Díaz Bancalari) y Roberto Fernández Viña, aliado del ministro de Justicia, Eduardo Di Rocco. Pese a ello, apuestan a controlar once de los catorce distritos de esa sección.
En la Séptima, entretanto, las matemáticas K darían un triunfo por 5 a 3. En Olavarría, si bien el oficialismo no acordó lista única y el hijo del fallecido intendente Helios Eseverri, José María, competirá con Silly Cura, esposa del contador general de la provincia, se espera que alguno de ellos se quede con la comuna. En Bolívar el radical Juan Carlos Simón aspira a su cuarto mandato. Y aunque sigue en el centenario partido, su relación es muy cercana a Kirchner, que el 20 de octubre, una semana antes de las elecciones, visitará esa ciudad junto a Marcelo Tinelli. Un espaldarazo que Simón sabrá retribuir si es que triunfa.
Por su parte, en la Quinta y en la Sexta las cuentas previas del oficialismo estiman el control de algo más de la mitad de los distritos. No obstante, hay localidades donde la parada parece ser muy brava, y por eso no se permitió el uso de colectora. En Tandil, Necochea y Tres Arroyos, el FpV debió consensuar un solo candidato del oficialismo, casi como única chance de tratar de arrebatar el cargo a intendentes afianzados en sus distritos. En esta última ciudad, y con las encuestas en la mano, el apoyo oficial fue para la senadora de la UCR, ahora K, Graciela De Leo, con el objetivo de derrotar al vecinalista Carlos Sánchez.
Por eso no extrañó que de los 134 cargos en juego para las intendencias sólo del oficialismo haya más de 250 candidatos, mientras que, por ejemplo, un partido opositor como Unión-Pro, tenga sólo 86 candidatos.
En Colón
Sin embargo para Colón Doce existe en nuestra ciudad algunas dudas r. En Colón el sello del Frente para la Victoria lo tiene el intendente Ricardo Casi. En tanto Gerardo Soria sería de Compromiso K, con una alianza justicialista y Marcelo Villa llevará en la boleta a Cristina Kirchner y Daniel Scioli por una junta vecinalista. En este sentido los tres candidatos podrían ir con sus respectivos sellos siendo la boleta del Frente para la Victoria la de Ricardo Casi, sello que no está en disputa en nuestra ciudad.
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