El siniestro fue sofocado por cinco dotaciones de bomberos que debieron trabajar en una completa oscuridad y en medio de una intensa humareda.
Los 35 bomberos usaron gas comprimido para respirar dentro de las instalaciones. Cuando comenzó el siniestro había en el local 80 personas realizando sus compras y cuando se escucharon algunas explosiones la incertidumbre reinó.
Sin embargo la gente fue rápidamente evacuada. Por otra parte, se vivieron momentos de dramatismo cuando se debió rescatar a una nena que había quedado en el fondo del local.
Se presume que las explosiones provinieron de los aires acondicionados, hubo fuertes perdidas económicas.
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