El adolescente quedó imputado por la sustracción del Toyota Corolla gris plata con vidrios polarizados que fue hallado cubierto de tierra y con manchas de sangre en un humilde barrio de esa ciudad, aunque se abstuvo de declarar sobre el suceso que tiene en vilo a la policía santafesina.
En tanto, una empleada de un peaje santafesino dijo haber constatado el paso del auto al mando del profesional, a quien notó “nervioso”. Hasta anoche no había pistas ciertas sobre el paradero de la víctima.
“Para nosotros es evidente que hubo un asalto con un secuestro. A mi papá lo asaltaron, porque yo entré a su casa y vi cómo quedó. Y es un secuestro porque sacaron a una persona de ese lugar y se la llevaron”, dijo ayer a La Capital Valeria Gómez, una de las hijas del profesional, quien rogó a eventuales testigos que aporten información a la comisaría más cercana a su domicilio.
El auto que usaba el médico clínico Rogelio Leoncio Gómez, de 59 años, apareció el jueves a la mañana en el carenciado barrio 12 de Octubre de Pergamino. Estaba intacto, cerrado, y no había sido desguazado ni le faltaban piezas. Según dijeron a este diario fuentes de la investigación, se detectaron algunas manchas de sangre en su interior, donde además alguien había vomitado. Las muestras eran analizadas por la Policía Científica de esa localidad, aunque hasta ayer se desconocían los resultados de esa pericia.
A metros de la evidencia. Cerca de allí, en el modesto barrio situado al norte de la ciudad, fueron apresados dos menores de edad. Uno de ellos recuperó la libertad en tanto que el restante quedó detenido y a disposición de una jueza de Menores. Se trata de un chico de 17 años conocido como Dieguito al que habrían visto salir del auto,
Lo acusan de haber participado en la sustracción del vehículo, aunque para los investigadores no está claro aún en qué circunstancias ocurrió el robo que investigan en forma conjunta el fiscal Mario Gómez, de Pergamino, y el juez de Instrucción santafesino Jorge Patrizzi. El chico, según fuentes judiciales, tenía antecedentes por robo, vive a escasos metros del sitio donde apareció el auto y no quiso prestar declaración.
Pese a la falta de precisiones y el hermetismo de los investigadores, los familiares de Gómez están convencidos de que fue privado de su libertad: “El hecho para nosotros claramente se genera en el domicilio donde es asaltado, porque está todo desordenado, y de ahí se lo llevaron en su propio auto”.
En el peaje. Un testimonio que parece reforzar esa hipótesis lo dio la última persona en ver al médico, una empleada del peaje cercano a Coronda sobre la autopista Rosario-Santa Fe. La mujer, que conocía a la víctima y es amiga de su hija, sostuvo que entre las 23 y las 23.30 del miércoles el médico pasó por allí en su Toyota Corolla gris.
La empleada dijo que iba “en una actitud extraña” porque estaba “tensionado y distinto a otras veces”, según confió a los familiares. “Suponemos que los captores lo habrían estado apuntando o amenazando”, analizó su hija.
“Se realizó un amplio rastrisllaje en Pergamino y en Santa Fe y se va a seguir haciendo, sobre todo en las conexiones de ruta. Se está evaluando la participación de otras personas de esta ciudad y no se descarta la complicidad de alguien de la provincia de Santa Fe”, apuntó, en tanto, una calificada fuente judicial de Pergamino.
Según indicó, se comprobó que fueron robadas un par de armas de fuego del domicilio del médico, aunque se descartó el faltante de dinero. Dos policías de Pergamino revisaron la vivienda. “No tenemos ninguna pista sobre la víctima”, agregó la fuente, respecto del caso que podría ser un violento robo, un secuestro, o ambas cosas, como dice la familia del profesional.
En ese sentido, el subsecretario de Justicia de la provincia de Santa Fe, Gustavo Peters, coincidió en que “se barajan todas las posibilidades”.
El paradero de Gómez sigue siendo un enigma. “No hay ningún dato cierto sobre mi papá, es como si se hubiese esfumado”, dijo consternada su hija. (Fuente La Capital)
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