Se trata de Mirta Nilda Giménez, quien fue hallada sin vida en su domicilio, junto a su cama, con la cabeza ensangrentada tras haber sido brutalmente golpeada. El hecho habría ocurrido hace unas 48 horas, aunque el dato preciso será confirmado tras la autopsia.
La sexagenaria era oriunda de la localidad de Vedia y vivía desde hacía 50 años en Junín. Fuentes policiales y judiciales indicaron al diario local La Verdad que la mujer sólo cobraba una jubilación y la pensión de su esposo, un electricista que se desempeñaba en el edificio de Tribunales.
Entre las hipótesis que barajan los investigadores se evalúa la posibilidad de que el agresor sabía que la anciana vivía sola. No obstante, aún no se había podido establecer si el delincuente ingresó aprovechando un descuido de la víctima o por los fondos de la vivienda, ya que una puerta que da a un patio estaba abierta en el momento en que ingresó la policía.
El interior de la vivienda estaba desordenado, especialmente el comedor, donde presuntamente el delincuente buscó dinero y elementos de valor antes de escapar.
La víctima, que fue hallada vestida, mostraba un fuerte golpe en el parietal izquierdo y manchas de sangre en la cabeza
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