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09/08/2007
Diez años de impunidad

La maestra jardinera y el asesinato no esclarecido


Se cumplieron 10 años. El jueves 7 de agosto de l997, María Rosa Di Leo fue asesinada en su jardín de infantes. Una mujer le disparó un tiro en la nuca. La víctima estaba escribiendo sobre una hoja. El trazo que quedó fue una larga línea. Murió en el acto. El hecho sucedió en Rosario. En Colón poco después se vivieron meses de convulsión. Imputaron a Miriam Buisart y estuvo dos años detenida por un crimen que no cometió...


No se pudo encontrar los culpables, pese a las investigaciones que se llevaron adelante. El asesinato de la maestra jardinera María Rosa Di Leo, de 34 años asesinada el 7 de agosto de 1997, parece quedar archivado irremediablemente entre los casos que jamás serán esclarecidos.


El homicidio ocurrió en un edificio de dos plantas revestido de granito gris y que está situado en la Avenida Eva Perón 5467 de Rosario. La mujer que a asesino a la docente, había llamado minutos antes para inscribir a su hijo en el Jardín. La victimaria se presentó ante los ojos de la víctima, está le abrió la puerta. Eran las 13.40. Un testigo la describió como una mujer rubia, vestida con un tapado oscuro.


La madre de María Rosa Di Leo, la encontró muerta tirada sobre una colchoneta utilizada en las clases de gimnasia. El cadáver tenía un impacto de bala en la nuca. Al momento de su muerte estaba escribiendo en su escritorio, dándole la espalda a la asesina. Di Leo dejó sobre un papel agregado a una palabra que no pudo terminar, el trazo de una larga línea. La mujer rubia la había ejecutado a sangre fría con una pistola calibre 22 y luego la arrastró más de diez metros para depositarla donde la encontraron.


El 24 de noviembre, en un procedimiento policial ordenado por el juez Eduardo Timoteo Martín y que comenzó a las 19.30, en el chalet de calle 20 entre 46 y 47, fue detenida Miriam Lilian Buisart. En el acta de secuestro entre tarjetas y números telefónicos que se llevaron los policías, figura una peluca color rubia y que fue determinante para que el juez Carlos Carbone le dicte la prisión preventiva el 31 de diciembre de l997. Sin embargo esa peluca –según Buisart- hacia años que no se utilizaba. Se habló de motivos pasionales. Buisart había sido pareja de Luis Laplacette, que estaba por contraer matrimonio con María Rosa Di Leo. También hubo hipótesis de ventas de drogas, deudas impagas y crimen mafioso. Nada pudo ser probado.


La detenida


Miriam Buisart estuvo presa dos años, pero la Justicia la dejó en libertad el 12 de noviembre de 2000, nunca se pudo probar su responsabilidad. La vida de muchas personas cambiaron a partir de esa fatídica fecha de la muerte de la maestra jardinera. Miriam Buisart dejó de vivir en nuestra ciudad, perdió su trabajo, los padres de María Rosa Dileo siguen buscando justicia. El barrio donde ocurrieron los hechos cambió. Ya no funciona la parrilla donde hubo testigos que aportaron a la causa judicial, el Jardín de Infantes es solo un recuerdo. En Colón el chalet de calle 20 tuvo varios moradores.


El expediente


Colón Doce tuvo acceso al controvertido expediente que tiene cientos de hojas. Según un testigo Osvaldo Cameroni a fojas 89 dice haber visto a la mujer asesina en la puerta del Jardín de Infantes entre las 13.30 y 13.40, el día del homicidio y la describió “como de 30 años, de cutis trigueño, cabellos oscuros, lacio, vestía con un tapado color negro de paño, la solapa alta, de un metro setenta y cinco de estatura, delgada y que nunca antes la había visto en el barrio, además tenía anteojos de sol, estaba sola, y que al pasar frente a ella lo miró y le llamó la atención verla a esa hora ya que los chicos del Jardín entran más tarde”.

Sin embargo, Miriam Buisart siempre dijo que el jueves 7 de agosto no estuvo en Rosario. En su declaración ante el juez Carlos Carbone argumentó “Que el día del hecho se levantó cerca del mediodía, aunque no pudo precisar la hora pero seguro que antes del mediodía porque recuerda que era la una de la tarde, porque es el horario en que se retiró Marta Canelo (la mujer que trabajaba en la casa), que después pasó por la casa que iba habitar su amiga Alejandra Paulucci, alrededor de las 13.30 hs y 14.30 hs, y que estuvo bañándose más de una hora, esperando que viniera y pase a buscarla su pareja y que después se fueron a Pergamino o a Wheelwright en un Peugeout 405 color gris”.
También dijo que no conoce Rosario y que solamente había ido a esa ciudad una vez luego del nacimiento de su primera hija.


En el expediente se realizó por primera vez en nuestra región el denominado ex- calibur cruzándose las llamadas entre un Hotel de calle 47, donde se hospedaba la pareja de Buisart de apellido Santansieri y el chalet propiedad de la imputada.


Varios llamados cortos fueron tenidos en cuenta por el juez para culpar a la colonense. A la hora de homicidio Santancieri la llamó varias veces y nadie contestó. También se realizaron por orden de la SIDE, entrecruzamiento sobre los números de la Cooperativa Eléctrica, donde trabajaba la sospechosa de cometer el homicidio con los números telefónicos del Jardín de Infantes y otros que aparecían como que podrían haber sido utilizados para realizar llamadas a Rosario.


Con respecto al vehículo Pointer VW, color azul, con vidrios polarizados dominio BFG 744 se lo incautó y se realizaron numerosos peritajes. La Justicia decía que el auto debió realizar un trayecto a Rosario por un camino de tierra ( por el tiempo muy corto utilizado).

Uno de los indicios que le jugó en contra a la colonense fue que el día del asesinato había pedido licencia en el Ente de energía colonense y que el viernes 8 de agosto había pedido turno para lavar el auto en una estación de servicio céntrica que finalmente lo llevó el jueves a la tarde cita.


También el juez Carlos Carbone uso en contra de Buisart una agenda de su peluquera personal que fojas 716, dijo que en la agenda que se secuestró en un procedimiento policial y donde anotaba los distintos trabajos que realizaba a sus clientes, y que en el caso de la imputada, que ella solía anotarse sola, había una corrección en el día 02-07-97 por otro día.


Con respecto al arma utilizada en el homicidio jamás se secuestró pero se sabe que fue un arma calibre 22. La misma tradicionalmente es usada por personas expertas para asesinar . Un dato clave es que Miriam Buisart no sabía usar armas de fuego. Además el tiro por la cual murió María Rosa Di Leo fue preciso y mortal.


La celada


El 20 de marzo de 2001 Miriam Buisart rompe el silencio con Colón Doce y da un dato clave : «toda la gente de Colón sabía de mi detención menos yo».
Luego explica que días antes del homicidio de María Rosa Di Leo recibió en el chalet de calle 20 un extraño llamado telefónico.


Este hecho de suma importancia se puede resumir de la siguiente forma: un hombre llama diciendo ser Lucho, atiende la hija menor de Buisart, el hombre pide que Miriam llame urgentemente a un teléfono.
El mismo es anotado. La hija se olvida de comunicárselo a Miriam. Pasa una semana se acuerda y se lo dice. «Gracias a Dios no lo marqué» exclama Buisart ya que llamé a Lucho a su casa y él me dijo que nunca me había llamado para esa fecha. En ese momento yo estaba en pareja con otra persona y me encontraba bien.


Mi sospecha es que si yo llamaba al número dado por el impostor, luego me iban a involucrar en el homicidio. La deducción que hago en estos momentos es que cuando investigaran se iba a determinar que yo había llamado a ese teléfono y a lo mejor con esa prueba me incriminaban directamente desde un principio».
Lo expuesto es ratificado por la hija mayor. Luego Buisart se lamenta «ese número no lo pudimos encontrar para agregarlo a la causa e investigar de quién era».


Una mujer


El crimen quedó irresuelto. Se sabe que fue una mujer la que mató a la maestra jardinera.
En la foja 87 Carmen Mattina (madre de María Rosa Di Leo) relata que una semana antes del jueves 7 de agosto “recibió cuatro llamadas interesándose por la dirección del Jardín de Infantes, quería saber como era la maestra, la mujer se identifico que era del campo y no sabía como llegar al Jardín. La mujer manejaba datos precisos.


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