El miniestadio de Neweell´s de Rosario estaba a pleno. Diego fue recibido con el calor que solamente le puede dar la hinchada rojinegra. Fue una jornada muy especial y que solo se da si Diego juega en Rosario o en el Napoli.
El mejor jugador del mundo jugó una final de fútbol.
Había que observarlo cuando se paró con las manos en la espalda cantando el Himno Nacional. La postura de cuatro mundiales anunciaba que se iba ver un espectáculo emocionante.
El Diego iba a jugar como si estuviera disputando la final con Alemania en el Mundial de l990. Uno de los mejores comentaristas del fútbol actual, el periodista Claudio Giglioni en la cabina de LT3 de Rosario la que amablemente compartió con Colón Doce dijo “es un regalo de Dios que podamos ver a Diego y que además haga un gol de penal”.
Fue una noche fuera de serie por el clima en las tribunas, por la entrega de Maradona y sus compañeros del “Show- bol”
También fue inolvidable para las seis mil almas presentes, poder ver jugar al Diego, observar nuevamente a Sergio Goycochea en un duelo de los once pasos y la interminable pegada del uruguayo Cedres. También participaron Matías Almeyda, Fernando Gamboa, Gabriel Amato, Alejandro Mancuso, Juan José Borrelli.
En tanto por Uruguay estuvieron junto el mítico De León, Gabriel Cedrés, Sergio «Manteca» Martínez, «Poli- llita» Da Silva y Rubén Paz
El resultado fue lo de menos Maradona, junto a los demás integrantes de la “troupe” argentina del showbol, ganaron 8-5 sobre los hermanos uruguayos.
El Diez tuvo a los 46 años, destellos de su infinito talento y convirtió un tanto, mediante la ejecución de un tiro penal. Los otros goles argentinos fueron conseguidos por Gabriel Amato (2), Diego Soñora (3) y Juan José Borrelli (2).
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