El 11 de Julio se cumplen 30 años del fallecimiento de Monseñor Carlos Horacio Ponce de León, Obispo de la Diócesis de San Nicolás de los Arroyos. Pastor de vecindades: conocía el pelaje de sus ovejas; sus problemas, sus necesidades, sus carencias, sus inquietudes.
En los once años que rigió la Diócesis, realizó, alentó e impulsó animando toda obra de apostolado de acción social, en actitud permanente de servicio a la comunidad en cumplimiento de su lema expresado en el escudo episcopal, que sintetiza toda su vida: “NO HE VENIDO PARA SER SERVIDO, SINO PARA SERVIR“
Para rendir un merecido homenaje y difundir la pastoral mostrando la Obra que dejó Monseñor Carlos Horacio Ponce de León a su Diócesis a través de la formación de sacerdotes, la Escuela de Servicio Social y Cáritas Diocesana entre otras, realizará un Festival Artístico que culminará con la presentación de Vox Dei interpretando La Biblia en su versión completa. El festival se realizará en el Anfiteatro Metalúrgico de San Nicolás Sábado 14 de Julio a las 14 hs y será a beneficio de Cáritas parroquiales de la Diócesis
Su muerte
El 11 de julio de l977, el obispo Carlos Ponce de León era asesinado en cercanías de la ciudad de Ramallo. Los verdugos “disfrazados” de inocentes automovilistas utilizaron la misma metodología que usaron los homicidas del Obispo Angelelli en la Rioja. Ambos prelados eran objetos de continuo seguimiento por su visión y militancia sobre los Derechos Humanos y las denuncias que venían realizando contra el Proceso Militar. En Ramallo, una camioneta de una empresa fantasma terminó con la vida de Ponce de León.
El fiscal Juan Patricio Murray viene trabajando para llegar a la verdad que la represión del Proceso Militar pretende encubrir. En conversación con Colón Doce, el Dr. Murray en su momento señaló : “está acreditado las irregularidades que se realizaron en la investigación que se llevo adelante en 1977, ya hay elementos probatorios suficientes para desbaratar lo que se trato de calificar como un homicidio culposo (accidente de tránsito con la muerte del obispo) como se lo caratulo en esa época”.
El seguimiento
El Fiscal nicoleño señaló en una entrevista con Colón Doce : “tenemos suficientes pruebas que nos indican que el obispo Carlos Ponce de León, era víctima de un seguimiento constante por los organismo de inteligencia del Estado y por agentes de inteligencia de la policía de la provincia de Buenos Aires y que desde l976 estaba en manos del general Ramón Camps. Agregó “Además era seguido por los organismo de inteligencia del Ejercito tanto del Destacamento de Inteligencia 101, con sede en San Nicolás, como su dependencia jerárquica que era el Batallón 601, con sede en la Capital Federal”.
Los documentos donde se acredita este seguimiento que era objeto nuestro obispo fueron rescatados de la DIPA y de la sede de Inteligencia del Ejercito, en su sede de la Capital Federal los mismos están depositados en la Comisión Provincial de la Memoria. Por otro lado también existen archivos de la Cancillería y donde se puede determinar que Carlos Ponce de León era producto de persecuciones constantes
La sentencia
de muerte
En este sentido Murray indicó que entre los documentos existe y que lleva la firma del coronel Manuel Fernando Saint Aman, jefe del área 132 y que estaba dirigido al general Guillermo Suarez Masón y donde claramente se puede anticipar lo que luego sucedería en Ramallo”.
Estos documentos rescatados por la fiscalía de San Nicolás demuestran que el asesinato de Ponce de León fue “escrito” mucho antes por los verdugos que respondían a distintos intereses. La conformación en la diócesis de sacerdotes y religiosos com- penetrados con el Concilio Vaticano II y su “militancia” a favor de aquellos que no tenían voz habían sentenciado a Ponce de León.
La represión en nuestra zona fue “ideada” mucho antes y los procesistas querían borrar la memoria de un pueblo
Datos biográficos
Carlos Horacio Ponce de León nació en Navarro, Pcia. De Bs. As., el 17 de marzo de 1914. Fue ordenado sacerdote el 17 de diciembre de 1938, después de haber cursado sus estudios en el Seminario Arquidiocesano de Bs. As.
El 15 de agosto de 1962, recibía la consagración epis- copal en la Basílica de Santa Rosa
Funda Cáritas Diocesana, que asesora personalmente con la finalidad de acción social y promoción humano-cristiana.
Creó 16 nuevas parroquias y varias Vicarías, visitó toda la Diócesis, aún los poblados más pequeños, con motivo de las reuniones de sacerdotes, de las religiosas y por las fiestas patronales.
Antes de visitar al Santo Padre como Diocesano de San Nicolás, recorre todas las parroquias y comunidades religiosas, para hacer el correspondiente informe a la Santa Sede. Funda la Escuela Diocesana de Servicio Social que funciona con número cada vez mayor de alumnos, preparando asistentes sociales con una sólida formación de caridad cristiana.
Por su impulso, se abrieron tres nuevos hogares de niños. Funda el Convictorio Nazaret, para los semina- ristas de la Diócesis en la Ciudad de Buenos Aires. Promueve la creación del Movimiento de Juventudes, con una respuesta generosa de los jóvenes, surgiendo grupos juveniles en las parroquias, organizándose periódicamente retiros espirituales y encuentros juveniles con frutos muy positivos.
Ordena veintiún nuevos sacerdotes, número extraordinario si se compara con otras Diócesis más antiguas y de mayor número de habitantes, lo cual habla del interés y trabajo incansable del Pastor por las vocaciones sa- cerdotales.
Promueve y alienta la campaña de presencia de la Iglesia en los Medios de Comunicación Social, de modo que casi todas las ciudades, tenían emisiones radiales católicas y publicaciones propias o en periódicos locales prestando valiosa colaboración. Apoya los Cursillos de Cristiandad, trabajándose para que se integren cada vez más a la pastoral de la Diócesis. Realiza la “Cruzada de Oración en Familia” , con frutos de verdadera renovación espiritual.
Procura la presencia de sacerdotes en las villas de emergencia, quienes acompañados por religiosas y laicos, llevaron a cabo una tarea pastoral especializada. En los once años que rigió la Diócesis de San Nicolás, realizó, alentó e impulsó animando toda obra de apostolado de acción social, en una actitud permanente de servicio a la comunidad, en cumplimiento de su lema expresado en el escudo episcopal que sintetiza toda su vida “NO HE VENIDO PARA SER SERVIDO, SINO PA RA SERVIR”.
| 
