(DIB) La medida, inédita en nuestro país, establece en realidad una ampliación a la prohibición actual de dispensar carne picada que no haya sido molida delante del consumidor, una disposición que se aplicaba hasta ahora a las carnicerías pero no a los supermercados e hipermercados, que estaban exceptuados. Ahora Salud eliminó esa excepción, por lo que súper e hipermercados no podrán seguir vendiendo las habituales bandejas de carnes picadas envasadas que se exhiben en las góndolas.
En otras palabras, lo que no se puede hacer es picar grandes cantidades, guardarlas y luego fraccionarlas para venderla. Desde el ministerio de Salud explicaron que esta medida “aporta más seguridad, ya que atenúa la posibilidad de que (la carne) se contamine con la bacteria que provoca el Síndrome Urémico Hemolítico”, una enfermedad que se contrae, en la mayoría de los casos, por el consumo de carne mal cocida portadora de una bacteria, denominada Escherichia Coli.
Argentina presenta la mayor incidencia de este mal, con más de 300 casos por año y que afecta, sobre todo, a niños de entre 6 meses y 5 años. «En muchos casos, el riesgo aparece cuando la carne no está cocida en toda su superficie y en el interior, esto es muy común en las comidas que llevan carne picada. Cuando la cocción se realiza en forma rápida, no homogénea, la bacteria que produce esta enfermedad no se destruye», explica María del Carmen Weis, directora de Epidemiología del Ministerio de Salud bonaerense.
Según un documento de la Organización Panamericana de la Salud, “un número significativo de los brotes de SUH está asociado al consumo de carne de vaca, molida o picada, ya que este tipo de carne proviene de una mezcla de diferentes trozos y basta que un trozo esté contaminado con la bacteria para que se contamine la totalidad”
El SUH provoca insuficiencia renal, anemia y alteraciones neurológicas, y los síntomas son diarrea, sangre en las heces, irritabilidad y debilidad. También es notable la palidez y la disminución de la cantidad de orina, esto último puede ocurrir por deshidratación o porque existe una afectación del riñón, producto de la misma enfermedad.
Los especialistas insisten que en toda vez que un niño menor de cinco años presente un cuadro diarreico hay que consultar con el pediatra por el riesgo de deshidratación y advierten que si además la diarrea es mucosa o muco- sanguinolenta, se puede estar en presencia de un caso de SUH. La enfermedad también se presenta con vómitos, palidez y es notable la disminución de la cantidad de orina, esto último puede ocurrir por deshidratación a consecuencia de la diarrea o porque existe una afectación del riñón
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