Está sería la más grave problemática enfrentada.
La planta de residuos cloacales no funciona, y vierte el producido en la ciudad con unas gotas de cloro en el Canal Colón brindando una alta contaminación orgánica.
Sin embargo existe un dato que debe ser investigado por las autoridades en base a determinados análisis.
La presencia de sales minerales disueltas aumenta la conductibilidad y es importante saber de donde provienen.
En los análisis de las aguas del Canal aparece una alta conductibilidad, lo que a prima facie nos esta indicando que podría existir contaminación industrial con metales. Si se confirma está hipótesis estaríamos bajo una grave problemática y que será difícil de erradicar del curso del agua. También se debería saber que clase de metales se encuentran contaminando la corriente de agua, por el consiguiente riesgo a la fauna icticola y la salud de aquellos que la consumen.
Contaminación orgánica
A las aguas del cauce, ingresa por la falta de funcionamiento de la planta potabilizadora contaminación orgánica e inorgánica , que es devuelta a al ser humano cuando consumimos los peces que extraemos e ingerimos.
Solamente nos bastaría pensar la cantidad de detergente que arrojan las amas de casas colonenses y que van al sistema cloacal y luego al curso natural de agua, para que nos corra un “frío por nuestras espaldas” pensando el «mal» que estamos acumulando. A esto se debe agregar, los productos que se derivan a través del sistema de las fábricas (ácidos, metales pesados, sales y restos de materiales en descomposición) y que es impunemente lanzado al Canal.
Los peces reciben esta contaminación junto a la fauna y flora que existe en el Canal.
Además “enviamos” al agua, agentes infecciosos como pueden ser bacterias de hepatitis, Escherichia coli y Pseudomonas aeruginosa etc, con las consecuencias que pueden tener y acarrear a la salud humana.
En las cloacas a cielo abierto y las aguas que atraviesan la planta cloacal sin ser tratadas, se vierten al Canal Colón: productos químicos, pesticidas, residuos industriales, sustancias tensioactivas contenidas en los detergentes, además de los nitrógenos y fosfatos, compuestos orgánicos en descomposición, aceites derivados del petróleo, compuestos químicos, residuos habitacionales que se producen en la utilización de baños, cocina y lavado, los cuales contienen materias saponosas, detergentes, restos de alimentos y alimentos sintéticos. Una lista de contaminantes nada despreciable.
Las multas a las industrias bonaerenses
(Dib) Aproximadamente 1200 industrias bonaerenses fueron multadas en 2006 por no cumplir con los requisitos requeridos en materia ambiental. En rigor, las empresas sancionadas por un valor de casi cinco millones de pesos no cumplían en la mayoría de los casos con las normativas para evitar la contaminación y se trataban en gran parte del rubro metalúrgico, galvanoplástico, químico, curtiembres, aceiteras y fundiciones.
Las multas labradas por la Secretaría de Política Ambiental bonaerense (SPA) ascendieron en total a los 4.595.173,94 pesos.
La SPA realizó exactamente 1.213 infracciones entre el 12 de diciembre de 2005 al 13 de marzo de este año por violaciones a la ley 11.720 de residuos especiales, también denominados peligrosos; por emisiones gaseosas y por violaciones a la Ley de Radicación Industrial.
Las multas realizadas también se originaron por irregularidades en la Gestión Integral Amigable con el Ambiente y por fallas en la cartelería que debe advertir sobre la presencia de PCB en los transformadores eléctricos (Resolución Nº 618/03).
En el territorio bonaerense, y según los datos de la SPA, están radicadas unas 30 mil empresas. Pero todavía no hay un registro que indique si la totalidad de estas industrias cumplen con las leyes ambientales.
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