En el sur de Buenos Aires buscan rescatar a la institución de su decadencia, reflejo de los problemas de toda la sociedad argentina de finales de los años 90, y del posible desembarque en el lugar de un casino. Esto que forma parte del guión de una película, ‘Luna de Avellaneda’, sucedió en diferentes entidades de la provincia de Buenos Aires, muchas de las cuales debieron dejar de funcionar, mientras que otras caminan hacia ese trágico destino.
Alrededor de mil clubes sociales, sociedades de fomento y bibliotecas populares bonaerenses atraviesan situaciones críticas. Por eso, e inspirado en el film de Juan José Campanella y que tuvo como actor principal a Ricardo Darín, el Gobierno pondrá en marcha un programa provincial que busca la recuperación y preservación de esas instituciones con la finalidad de que los jóvenes puedan seguir disponiendo gratuitamente de actividades culturales y recreativas.
El programa, que tiene un sustento en un proyecto de ley que será tratado en la Legislatura, le permitirá a las entidades de más de 50 años de vida acceder al beneficio de Tarifa Social en el servicio público de luz, y a cualquier otro beneficio similar que eventualmente se estableciera respecto de los servicios de gas y agua.
Dentro de la iniciativa serán incluidas aquellas instituciones que se encuentren funcionando y llevando adelante tareas sociales, tales como recreación deportiva y cultural y que para ello requieran ayuda del Estado. Para ello, los clubes deberán tener un mínimo de 50 años de fundación y de actuación en sus distritos, que formen parte de la historia del barrio y que se encuentren en una situación económica crítica tal que ponga en peligro su funcionamiento.
Patrimonio Cultural
Al respecto, Carlos Barrios, director de Promoción de Ciudadanía y Organización Social del Ministerio de Desarrollo Humano explicó que “la idea no sólo pasa por recuperar lo físico de los lugares, sino lo cultural”. Por eso aclaró que “las instituciones que quieran sumarse al programa deberán garantizar un espacio para que los jóvenes desarrollen actividades culturales”.
Los clubes, sociedades de fomentos o bibliotecas con serios problemas llegan a 500 en el interior y una cifra similar en el conurbano. Sin embargo, para poder acceder a los beneficios, primero deberán ser declarados como Patrimonio Cultural. Además, desde el Ministerio se garantizará que las entidades lleven adelante las asambleas necesarias para que la toma de decisiones se haga dentro de un marco bien democrático y amplio.
Por su parte, la diputada Mirtha Cure, autora del proyecto de ley, argumentó que “los clubes fueron escuelas de la democracia a punto tal que su vida interna era mucho más transparente y ejemplar que la vida del poder público”, y agregó que “aún en las más oscuras y terribles dictaduras, en los clubes se continuo votando y eligiendo democráticamente a las autoridades.
Los problemas económicos que atraviesan los clubes no es algo nuevo. Por tal motivo, desde el año pasado, está en la Legislatura bonaerense un proyecto de ley que permite que los inmuebles de las entidades sin fines de lucro puedan ser inscriptos como “Bienes Sociales al Servicio de la Comunidad”, y de esta manera evitar que sean embargadas por deudas contraídas a partir de ese momento, por el término de diez años.
Es decir, su busca establecer una especie de “bien de familia”. Además, se prevé la suspensión por un año de embargos y ejecuciones ordenadas previo a la ley, y la eximisión del pago del Impuesto Inmobiliario. Sin embargo, la iniciativa que recibió media sanción en la Cámara de Diputados permanece “cajoneada” en el Senado.
|